«No es ni dogma ni tradición»

El Papa Francisco recibió ayer en el aula Pablo VI del Vaticano a las religiosas de la Unión Internacional de Superioras Generales, que celebran en Roma su Asamblea Plenaria. Durante su encuentro, el Pontífice aceptó reabrir dos cuestiones muy importantes relativas al rol de las mujeres en la Iglesia: el diaconado y la predicación.

El Pontífice ha dicho que no es contrario a estas dos cuestiones, pero añadió que que para la primera se necesita dar paso a una comisión que deberá tomar una decisión al respecto. Una comisión que abordará de nuevo los problemas que puedan surgir. Esto quiere decir que la cuestión está abierta.

Uno de los aspectos más importantes y significativos del encuentro del Papa con las superioras generales fueron las preguntas que las religiosas le plantearon. Tuvieron la posibilidad de hacerlo y ellas abordaron cuestiones fundamentales de un modo muy directo.

Son temas cuyas implicaciones tienen que ver con el Derecho Canónico, es decir, de normas definidas a lo largo de la historia, no con dogmas ni tradiciones religiosas.

Así, lo que hizo ayer el Papa Francisco es un primer paso, y aunque habrá resistencias, se ha mostrado favorable a las demandas que le han planteado las propias mujeres.

En cualquier caso, hay que decir que en la actualidad son muchas las mujeres en la Iglesia que hacen las mismas cosas, las mismas funciones y tareas que los diáconos, sobre todo, al sustituir a los sacerdotes en las celebraciones dominicales de cada comunidad particular. Hacen lo mismo que un sacerdote, pero, evidentemente, sin consagrar.

*Historiadora, coordinadora del mensual de L’Osservatore «donne chiesa mondo», publicado en España por «Vida Nueva»