La renuncia de Benedicto XVI

No hay ni blanco ni negro

La Razón
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En la Iglesia no hay ni blanco ni negro. La Iglesia está muy preparada para recibir a aquel Papa elegido por el Consistorio y, sin duda, asistido por la fuerza del Espíritu Santo. Gracias a Dios, después de la labor evangelizadora de la Iglesia, en este momento hay cardenales de todos los colores y de todos los continentes capacitados para ser Papa. Los fieles acogemos a aquel que es propuesto y elegido como el Vicario de Cristo independientemente del color de su piel.

Un Papa, no importa de que lugar sea, aporta universalidad. En el ámbito de las misiones en el que trabajo no existen distinciones. Hay un principio fundamental: el de inculturación de la fe. Es decir, la Iglesia está haciendo que el Evangelio se asuma e integre todos los valores que existen en las diferentes culturas. Por lo tanto, una cultura no filtra el Evangelio, sino que éste es el que transforma las mismas culturas.

La Nueva Evangelización es un proyecto de la Iglesia dirigido a aquellos que, habiendo recibido el primer anuncio del Evangelio, se han alejado, independientemente del continente. No es una cuestión de fronteras, pero no excluye que el gran reto de la Iglesia sea anunciar el Evangelio al 67% de las personas que aún no lo conocen.