No hubo «Papa de Hitler»

Las relaciones de la Iglesia católica con el régimen de Hitler ha sido un tema mediático desde que Otto Preminger lo trató en su soberbia película «El Cardenal», en la que curiosamente su contacto con el Vaticano era un tal Joseph Ratzinger. La misma persona, hoy convertida en Benedicto XVI, ha debido ver con satisfacción cómo la investigación histórica ha corroborado que Giovanni Pacelli no fue un aliado del régimen nazi, como venía afirmando «urbi et orbe», una tenaz campaña de opinión que alcanzó su punto culminante en la película de Costa Gavras «Amen» de 2002, en la que el Vaticano no quedaba nada bien parado. Y es que un estudio de la historiadora Patricia M. McGoldrich, centrado en el análisis de las finanzas de la Segunda Guerra Mundial, demuestra fehacientemente que la Hacienda vaticana apoyó el esfuerzo militar estadounidense. Quizá habría que recordar que Franco recibió con disgusto la elección de Pío XII en marzo de 1939, pues durante la Guerra Civil española Pacelli en su condición de secretario de Estado de Pío XI no había sido nada favorable al «bando nacional». Así que, en realidad, al final parece que no hubo «Papa de Hitler».