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Para un 42%, los bienes de la Iglesia son positivos

La mitad de los encuestados disfrutó de una visita a uno de los templos del patrimonio monumental católico este año.

La Iglesia preserva un extraordinario patrimonio monumental
La Iglesia preserva un extraordinario patrimonio monumentallarazon

La mitad de los encuestados disfrutó de una visita a uno de los templos del patrimonio monumental católico este año.

Se trata de un debate interesadamente sempiterno. La titularidad del patrimonio material que la Iglesia católica administra y preserva en toda España suele ponerse en entredicho por parte de ciertos sectores que extienden su concepto de laicidad ofuscadamente anticlerical más allá de los límites legales. Así, el Ejecutivo de Sánchez decidió hace unos días publicar la lista con los inmuebles inmatriculados por la Iglesia en nuestro país –es decir, inscritos de forma jurídicamente lícita en el registro de la propiedad–. Se alimenta así un debate interesadamente confuso que abre un camino peligroso contra los bienes católicos.

Sin embargo, los españoles son reticentes con esas medidas arbitrarias. Según la encuesta de NC Report, de media, el 42,3% de los consultados cree que el patrimonio que cuida y preserva la Iglesia sí redunda en beneficio de todos, porcentaje que aumenta hasta casi el 47% en el caso de los interpelados mayores de 55 años. Es decir, refrendan que se encuentre en manos de la comunidad católica. Además, cuatro de cada diez encuestados
–una opinión semejante en todos los segmentos de edad– estiman que detrás de esta creciente campaña contra esas propiedades existe una fobia anticlerical. La ciudadanía, sin embargo, mantiene una relación normal con los templos religiosos: cinco de cada diez consultados disfrutaron del patrimonio católico, bien sea una iglesia, un monasterio o una catedral en el último año. Hay una apuesta mayoritaria por la fe católica frente a quienes pretenden cuestionar sus derechos desde una posición institucional. Datos que, en definitiva, invitan a la reflexión sobre el apoyo ciudadano que puede tener esa simplista línea política.