"Cisma" en Burgos

«No se puede ser clarisa fuera de la obediencia»

La Confederación de esta orden en España y Portugal lamenta lo sucedido en Belorado

La Confederación de Clarisas de España y Portugal se desvincula de las monjas de Belorado que dejaron la Iglesia de Roma
La Confederación de Clarisas de España y Portugal se desvincula de las monjas de Belorado que dejaron la Iglesia de RomaEuropa Press

La decisión tomada por la comunidad de religiosas de Belorado (Burgos) y Orduña (Vizcaya) de abandonar la Iglesia católica ha provocado «un profundo dolor y consternación», según ha señalado la Confederación de Clarisas de España y Portugal en un comunicado. Las Clarisas han querido aclarar que se desvinculan así de las religiosas de Belorado y que «no tienen nada que ver con esas opciones», ya que son «exclusivamente» del Monasterio de Belorado», informa Efe.

Además, en el documento reconocen que la decisión que han tomado las religiosas de Burgos ha supuesto «un gran escándalo para muchos». «La fidelidad a nuestra Forma de Vida, tal y como Clara y Francisco querían, supone la comunión con el Magisterio de la Iglesia, de la cual profesamos que es una, santa, católica y apostólica. No se puede ser clarisa fuera de esta obediencia. Así nos lo enseñó Santa Clara de Asís, nuestra Fundadora, con su vida y escritos», han subrayado.

De ahí que hayan mostrado su adhesión al Concilio Vaticano II, que rechazan las monjas de Belorado, a las que piden que se «reconcilien» con Dios y vuelvan al seno de la Iglesia, «origen de su fe y de su consagración» y de la que se «están alejando».

«Si estas hermanas reconocen su error y vuelven a la comunión con la Iglesia Católica y a la Orden de santa Clara, manifestamos nuestra disponibilidad para acogerlas nuevamente, con el mismo cariño que se las recibió el día de su profesión», aseguraron.

El comunicado de la Confederación de Clarisas de España y Portugal se suma al emitido la semana pasada por la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arantzazu y la Provincia Franciscana, o al del ministro general de la Orden de los Frailes Menores, que rechazó «reconstrucciones precarias de la historia de la Iglesia en los últimos 70 años» y mostró su adhesión al Concilio Vaticano II.

Por su parte, el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, advirtió este martes de que la vida religiosa no puede vivirse sin el sentido de la obediencia y alertó asimismo sobre la «falta de realidad» y la «desconexión» que puede desviar a los miembros de una comunidad del sentido de servicio.

En su discurso durante la ceremonia de apertura de la 30 Asamblea General de la Conferencia de Religiosos (Confer) celebrada este martes, Auza ha pedido que «la vida religiosa no tropiece en su vivencia por esta falta de 'realidad', por una desconexión que siempre es ocasión de desviar al superior y a los miembros de una comunidad clave del sentido del servicio».

Desde la Confer su presidente tendió la mano a las religiosas: «Queremos ayudar a las hermanas en lo que ellas quieran y ver qué podemos hacer antes de llegar a una ruptura, porque no son momentos en la sociedad para ahondar en la ruptura, sino todo lo contrario», ha afirmado.