Santoral
¿Qué santo se celebra este domingo, 21 de mayo? Todo lo que debes saber del santoral de hoy
Hoy conmemoramos la vida y el sacrificio del el sacerdote mexicano San Cristobal Magallanes Jara
El santoral es un sistema desarrollado por la Iglesia Católica para honrar a los santos y beatos cristianos que han destacado lo largo de todo el año. Es una fuente de inspiración y alimento espiritual con el que se pretende reforzar valores cristianos como la fe y la caridad. El santoral se reparte en el calendario dando un merecido reconocimiento a cada uno de los santos enumerados cada día. Los creyentes de todo el mundo tienen la oportunidad de celebrar y expresar su gratitud y respeto por aquellos que les precedieron.
Dada la extensísima historia de la Iglesia Católica, es normal que haya más de una onomástica el mismo día. Este miércoles, 17 de mayo, celebramos la onomástica de: San Eugenio de Mazenod, San Hemming, San Hospicio de Niza, San Mancio, San Paterno de Dariorige, San Polieucto, San Teobaldo de Vienne, San Timoteo de Mauritania y Beato Juan Mopinot. Desde el periódico La Razón, hoy destacamos la onomástica del sacerdote mexicano San Cristobal Magallanes Jara.
¿Quién fue Cristóbal Magallanes?
Fue un sacerdote mexicano originario de Totaltiche, estado de Jalisco. Nació en el año 1869, en el seno de una familia muy humilde. Cuando alcanzó la edad ingresó en el seminario de Guadalajara, donde fue ordenado presbítero en 1899. Después de prestar servicio en varios destinos (como misionero entre los indígenas huicholes, entre otros) volvió a su tierra natal, donde pudo ejercer como párroco.
Después de años de servicio, en el 1927, un grupo de militares al mando del general de brigada Francisco Goñi, capturaron al sacerdote y a su compañero, el padre Agustín Caloca, así como a varios de los feligreses de la parroquia, en el marco de una de las oleadas de persecución religiosa que tuvieron lugar a lo largo del siglo XX. Fueron acusados de sedición, una imputación de la que se defendió diciendo que “la religión ni se propagó ni se ha de conservar pro medio de las armas. Ni Jesucristo, ni los apóstoles, ni la Iglesia han empleado la violencia con este fin. Las armas de la Iglesia son el convencimiento y la persuasión por medio de la palabra”.
Dos días después fueron trasladados a Momax, Zacatecas, y la mañana siguiente, sin ningún juicio, fueron fusilados. Cuando se encontraba frente a sus verdugos confrontó a su compañero de martirio, el padre Agustín Caloca, diciéndole: “Tranquilízate, hijo, sólo un momento y después el cielo”. Después se dirigió a los soldados que habrían de apretar el gatillo y exclamó: ”Yo muero inocente, y pido a Dios que mi sangre sirva para la unión de mis hermanos mexicanos”
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