Transparencia y tolerancia cero: una cumbre sobre abusos para expiar los errores del pasado

Una reunión entre obispos y víctimas marca el inicio de tres sesiones de trabajo que presidirá Francisco

Llegó el momento clave para el Papa Francisco. Llegó la fecha que el Santo Padre marcó hace meses en rojo en su calendario. Llegó el que, a todas luces, es uno de los actos más críticos de su pontificado. Bergoglio anunció el pasado mes de septiembre que el Vaticano celebraría una cumbre para tratar en detalle el tema de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica, un hecho sin precedentes en toda su historia. Es un tema que preocupa al Pontífice y al que quiere poner solución con una premisa clara: tolerancia cero y transparencia total. Aunque la cumbre empieza mañana de forma oficial, esta misma mañana se ha celebrado un encuentro de los obispos con algunas víctimas, entre ellas el español Miguel Hurtado, que bien podría haber formado parte del programa.

“Desde mañana viviremos algunos días de diálogo y comunión, de escucha y discernimiento. Que puedan ser un tiempo de conversión. No queremos anunciarnos a nosotros mismos, sino a aquel que ha muerto por nosotros”, ha escrito hoy mismo Bergoglio en su cuenta de Twitter.

Antes, las víctimas de abusos se reunieron en el Vaticano para exigir “tolerancia cero” contra los agresores y encubridores para así atajar un “problema” que consideran “global”. Así, el estadounidense Peter Isely exigió al Papa que expulse de la Iglesia no solo a quienes cometan abusos sexuales, sino también a los obispos y cardenales que hayan guardado silencio. “Empieza por hacer lo necesario, luego haz lo posible y de pronto estarás logrando lo imposible”, ha dicho, citando una frase de san Francisco de Asís.

El objetivo de estos cuatro días es trabajar para llegar a un consenso, aprender los unos de los otros y marcar unas líneas de actuación, a pesar de que del encuentro no saldrá ningún documento oficial. Las sesiones de mañana, del viernes y del sábado versarán sobre tres temas distintos, uno por día: la responsabilidad de los obispos, la rendición de cuentas y la transparencia como política de futuro. Francisco estará presente durante todas las jornadas y, además, hablará mañana, compartirá una liturgia con las víctimas el sábado y pronunciará un discurso en la misa del domingo, que servirá como cierre.

El Santo Padre pretende implantar un protocolo de actuación común en todos los obispados del mundo para prevenir estos abusos y acabar con el encubrimiento. En las sesiones de trabajo habrá un total de 160 participantes, entre ellos el propio Francisco, diez mujeres en representación de las órdenes religiosas femeninas y dos funcionarias del Vaticano. En representación de la Iglesia española estará Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal (CEE). También tendrán su momento para alzar la voz algunas de las víctimas, que contarán su historia en primera persona.