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Un hospital de campaña en el Vaticano

Con motivo de la II Jornada Mundial de los Pobres se prestará asistencia a los más desfavorecidos. Francisco almorzará el domingo con ellos.

El Papa Francisco, en el acto de bienvenida al presidente de Suiza, Alain Berset
El Papa Francisco, en el acto de bienvenida al presidente de Suiza, Alain Bersetlarazon

Con motivo de la II Jornada Mundial de los Pobres se prestará asistencia a los más desfavorecidos. Francisco almorzará el domingo con ellos.

La idea de una Iglesia convertida en hospital de campaña para los más desfavorecidos está presente en las palabras de Francisco. Por segundo año consecutivo, esta metáfora se ha vuelto a hacer realidad. El Vaticano instaló ayer en la Plaza de San Pedro un centro de asistencia médica al que pueden acudir personas sin recursos. Se trata de la primera iniciativa de la Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el Papa, que concluirá el próximo domingo con una misa seguida de un almuerzo en el que Bergoglio compartirá mesa con personas sin hogar.

Todos los interesados pueden asistir a este hospital que permanecerá abierto todos los días de la semana durante toda la jornada. El Vaticano ha instalado un laboratorio para los análisis de sangre y otras especialidades. Junto a la Cruz Roja, también colabora el personal de distintos centros sanitarios y universidades de Roma, así como voluntarios de distintas organizaciones católicas. Los doctores aseguran que la asistencia está siendo todo un éxito. El curso pasado cerca de 600 personas pasaron por este hospital, según datos del Vaticano. En los alrededores de la Plaza de San Pedro pasan cada día la noche decenas de personas sin hogar, que cuentan durante todo el año con la asistencia de las organizaciones caritativas, y que esta semana tendrán la oportunidad de comer junto al Papa.

Está previsto que a la misa acudan unas 6.000 personas sin recursos, mientras que para el almuerzo serán unos 3.000. Se celebrará bajo techo, en el aula Pablo VI del Vaticano. Son numerosas las ocasiones en las que Francisco ha compartido cuchillo y tenedor con refugiados, presos o simplemente desfavorecidos. Mientras que en el pasado, el Pontífice también ha impulsado iniciativas similares como la construcción de duchas en el Vaticano para los más necesitados. Durante una audiencia con los miembros de la Pontificia Academia de las Ciencias, el Papa Francisco denunció la «falta de voluntad y determinación para acabar con las guerras y pasar con urgencia a las energías renovables y a los programas para asegurar el agua, la comida y la salud», a lo que añadió que es necesario «invertir en paz».