Salud cardiovascular
Dime dónde vives y te diré tu riesgo cardiovascular
El sur de España y Levante encabezan la mortalidad por esta causa del país según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística
Un total de 120.859 personas murieron en España en 2018 como consecuencia de alguna enfermedad cardiovascular. Así se desprende del último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en referencia a las causas de mortalidad en España en 2018. Ese año, la tasa media estandarizada se situó en 230,5 fallecimientos por cada 100.000 habitantes.
Como explica Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), “la enfermedad cardiovascular se incrementa a medida que aumenta la edad, por lo que las comunidades con poblaciones más envejecidas presentan más muertes por esta causa”. Para corregirlo, se calcula la tasa estandarizada, que representa la mortalidad de la comunidad autónoma si todas tuvieran la misma composición por edad.
Andalucía (300,4), Canarias (265,5) y Murcia (254,5) cuentan con la tasa estandarizada de mortalidad cardiovascular más alta del país, aunque si tenemos en cuenta a las ciudades autónomas de Melilla (277,9) y Ceuta (273,5), éstas tienen respectivamente las tasas más altas por detrás de Andalucía.
Por el contrario, las comunidades de Madrid (168,8), Navarra (195,6) y Castilla y León (199,8) son las que tienen las tasas estandarizadas de mortalidad cardiovascular más bajas de España.
Un total de diez CC AA y las dos ciudades autónomas sobrepasan la tasa media de mortalidad estandarizada cardiovascular. Madrid, Navarra, Castilla y León, País Vasco, Cantabria, Cataluña y Castilla-La Mancha se sitúan por debajo de la media española.
“Globalmente, todas las autonomías han visto reducir su tasa estandarizada de mortalidad cardiovascular en 2018 respecto al año anterior, aunque hay diferencias entre comunidades”, indica Ángel Cequier, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Según el sexo
Del total de defunciones por enfermedades cardiovasculares, más de la mitad (el 53,7%) corresponden a mujeres y el 46,3%, a hombres. “En 2018 fallecieron 9.935 más mujeres que hombres por alguna de estas patologías”, subraya el doctor Cequier, quien remarca, no obstante, que “esa diferencia se ha reducido respecto al año anterior, cuando fallecieron 10.100 mujeres más”.
En cualquier caso, ellas mueren más que ellos por este motivo prácticamente en todas las comunidades.
Aunque en 2018 se produjeron 1.607 muertes menos por este motivo que en 2017, siguiendo la senda descendente de los últimos años, sigue siendo la principal causa de defunción en nuestro país (28,3%) por delante del cáncer (26,4%) y de las enfermedades del sistema respiratorio (12,6%).
“Para disminuir la incidencia de la enfermedad cardiovascular hay que controlar los factores de riesgo que provocan su aparición: tabaquismo, colesterol elevado, diabetes, hipertensión arterial, obesidad y sedentarismo. De este modo podrían prevenirse hasta el 80% de muertes prematuras”, concluye Macaya.
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