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Madrid y Cataluña no pueden atender ya a más infectados graves

Más de 3.000 enfermos se hacinan en las unidades de críticos de las dos autonomías. País Vasco, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Aragón también se encuentran al límite de capacidad

Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS) de medio país están a punto de reventar. En comunidades como Madrid, y algo más tarde, Cataluña, empezaron a estarlo de hecho hace diez días, cuando el empeoramiento de muchos de los infectados por coronavirus que llegaban en avalancha a los hospitales comenzó a dejarlas sin camas, lo que obligó a los gerentes a usar otros espacios asépticos para intentar estabilizar a estos enfermos graves como las unidades de reanimación y los quirófanos. Hoy, todos esos espacios se encuentran también hacinados de pacientes cuya vida depende de respiradores y de profesionales ultraespecializados entre los que se encuentran los intensivistas, los anestesiólogos, los neumólogos y las enfermeras.

Ayer, después de numerosos días pasando de puntillas, el director del centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, se detuvo, por fin, en el que constituye el punto crítico y fundamental de esta crisis sanitaria, al reconocer que la saturación de dichas unidades constituye un problema. Tan grave es que, según aseguró, uno de los principales objetivos del endurecimiento del confinamiento que ha decretado el Gobierno es el de reducir el número de casos nuevos que pueden ser susceptibles de ser ingresados en la UCI, para dar margen a que estas unidades puedan ir dando altas y no se produzca el colapso «que tanto nos preocupa».

Simón apuntó que seis comunidades se encuentran al límite de capacidad de camas en UCI. Aunque no especificó cuáles, LA RAZÓN ha podido saber que se trata, además de Madrid y Cataluña, de País Vasco, Valencia, Castilla y León, y Aragón. También están empezando a sufrir serios problemas, aunque aún cuentan con cierto margen, las UCIS de Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias y Cantabria, según aseguraron fuentes sanitarias. Aunque no hay una cifra cerrada, se estima que en toda España existen alrededor de 4.400 camas de UCI. De ellas, algo más de 3.500 corresponden a la sanidad pública y unas 900 a la privada. La ampliación de estos espacios durante los últimos días ha aumentado la cifra, aunque resulta imposible de cuantificar.

Según el Ministerio de Sanidad, a lo largo de esta crisis han necesitado hacer uso de ellas 4.907 enfermos. Aunque este dato incluye los pacientes que han logrado recuperarse y recibir el alta, da idea de la saturación que sufren estas unidades en todo el país. En Madrid, el número de camas de UCI en el sistema público apenas era de 600 antes de eclosionar los casos de coronavirus, pero la utilización de otras unidades y la aportación de la sanidad privada han hecho que la cifra de camas disponibles alcance aproximadamente las 1.450. Los expertos sanitarios cifran las necesidades para los próximos días en la capital en unas 2.000.

En principio, está previsto que acuda en socorro Ifema, pero la falta de medios de protección, especialistas suficientes y monitores y respiradores, esenciales para unos pacientes que presentan síndrome de distress respiratorio al adulto, han impedido hasta ahora su puesta en funcionamiento, lo que está provocando el colapso en esta comunidad.

La otra autonomía especialmente golpeada por el coronavirus es Cataluña, a un paso de igualarse con Madrid. La consejera de Salud, Alba Vergés, aseguró ayer que los hospitales de este territorio disponían de 1.700 camas de cuidados intensivos, una cifra que puede no ser suficiente, lo que está llevando a los gerentes a intentar ampliar en la medida de lo posible esta capacidad. Según el Ministerio, en esta comunidad 1.391 enfermos han precisado de ingreso en estos servicios de críticos, lo que ha llevado también a una situación límite a varios centros sanitarios.