Coronavirus

Así es la morgue de la Ciudad de la Justicia

Un ejército de operarios ha estado reparando el equipo de refrigeración en el «donut» de la Ciudad de la Justicia, deteriorado con el paso del tiempo y habilitado como morgue

La segunda gran morgue de Madrid para almacenar cadáveres de víctimas del coronavirus y descongestionar el saturado Palacio de Hielo de la capital ya está lista para recibir los primeros cuerpos. Técnicos y operarios se afanaban ayer en reparar las últimas averías en el edificio que se levanta en el barrio de Valdebebas, próximo al aeropuerto de Barajas y cuya estructura es popularmente conocida como el «donut» (a vista de pájaro tiene esa forma), si bien a pie de obra se asemeja más a la umbrela de una gigantesca medusa. Tres oficiales de la Unidad Militar de Emergencias (UME) supervisaron a media mañana de ayer las instalaciones, que pueden acoger hasta 230 cadáveres en sus nichos y cámaras frigoríficas. Será precisamente esta unidad de élite del Ejército, junto a los bomberos de la Comunidad de Madrid, la encargada de transportar los cadáveres hasta la morgue de Valdebebas y dar así apoyo a los sobrecargados servicios funerarios madrileños. Además de vigilantes de seguridad privados, varias unidades de la Policía Local de Madrid custodiaban en la tarde de ayer la morgue.

Según las últimas cifras oficiales, la Comunidad de Madrid roza ya los 3.500 muertos por coronavirus. El mes de marzo registra habitualmente una media de 80 defunciones diarias en la región, pero en las dos últimas semanas se han registrado cerca de 250 fallecidos diarios, lo que satura notablemente la capacidad material para llevar a cabo incineraciones y enterramientos en la Comunidad, que ayer cedió oficialmente el «donut» a las autoridades sanitarias del Estado.

La Comunidad de Madrid hizo público un comunicado en el que aseguraba que, para la puesta en funcionamiento de la nueva morgue, ha llevado a cabo «un conjunto de actuaciones de urgencia con el objetivo de garantizar el suministro eléctrico del complejo el tiempo que sea necesario». La nota oficial, sin embargo, olvidaba mencionar que en los últimos días un ejército de operarios ha estado reparando el equipo de refrigeración del edificio, deteriorado con el paso del tiempo.

No hay que olvidar que estas instalaciones fueron levantadas en 2005 por deseo de la entonces presidente madrileña, Esperanza Aguirre, que pretendía construir en estos terrenos, propiedad de la Comunidad de Madrid, una Ciudad de la Justicia para centralizar en un solo complejo toda la actividad judicial de la capital. El proyecto preveía levantar 12 edificios, pero finalmente sólo se construyó el actual «donut», diseñado para albergar el Instituto Anatómico Forense.

El frustrado proyecto, malogrado por la crisis económica de 2008, supuso una inversión de 130 millones de euros, y actualmente hay una investigación judicial en marcha, impulsada por la Fiscalía, para aclarar el destino de al menos 105 millones de esos fondos.

La nueva morgue pretende descongestionar no sólo la habilitada en primer lugar en el Palacio de Hielo, sino liberar también la enorme carga de trabajo de las funerarias y crematorios de la Comunidad de Madrid, que se encuentran saturados. A esa circunstancia hay que añadir que, desde el pasado día 24, la Empresa Municipal de Servicios Funerarios de Madrid dejó de atender los casos de muerte por coronavirus debido a la falta de equipos de protección para sus trabajadores.

El colapso es de tal magnitud que la Comunidad de Madrid, que dispone de 21 crematorios, se ha visto forzada a recurrir a funerarias de otras comunidades autónomas, entre ellas Castilla-La Mancha e incluso más alejadas, como Murcia y el País Vasco. Cada horno crematorio, según fuentes del sector consultadas, tiene capacidad para practicar un máximo de ocho cremaciones diarias.

La morgue de Valdebebas está hueca en su parte central –el agujero del «donut»–, y sus 230 nichos frigoríficos se reparten en tres alturas. Cada uno de los nichos o cámaras frigoríficas tienen 0,70 metros de altura y 0,90 de anchura. Desde la construcción del Instituto Anatómico Forense, ahora reconvertido en morgue, la Comunidad de Madrid ha invertido cerca de 200.000 euros anuales para su mantenimiento.

Por otra parte, la Comunidad de Madrid ha decidido suspender durante un mes los velatorios de fallecidos en la región con independencia de la causa del deceso, sea o no coronavirus. Así queda recogido en una instrucción de la Dirección General de Salud Pública, ante el «extraordinario incremento» en el número de fallecidos durante las últimas semanas por la virulenta pandemia.