Salud y bienestar

Peligros del abuso de luz azul y pantallas en nuestra piel: más envejecimiento y mayor pigmentación

The spread of the coronavirus disease (COVID-19) in New York
Las videollamadas son uno de los usos más frecuentes de pantallas de ordenador.JEENAH MOONReuters

Las pantallas forman parte de nuestro día a día y nos están salvando en más de una durante estos días de confinamiento. No sólo a nivel ocioso, viendo series o películas, o leyendo a través del ‘e-book’, sino fundamentalmente en el plano laboral, con el ya instaurado teletrabajo; aparte de que los niños están pasando más horas al día delante del ordenador o de una pantalla de televisión.

Eso sí, como en todo, hay que ser prudentes y no abusar. Hay que tener en cuenta que “todo suma”, y que la luz azul es perjudicial para nuestra salud a varios niveles. Primero, se sabe que es perjudicial para nuestra vista, pero también una sobreexposición puede afectar a nuestro ritmo circadiano vigilia-sueño enviando señales erróneas al cerebro y alterando la producción de melatonina, según recuerda la Academia Americana de Oftalmología (AAO en inglés). Señala que la mayor fuente de luz azul es la solar, aunque también la emiten los ordenadores, las tabletas o los teléfonos, así como los fluorescentes y la luz LED.

A esto habría que sumarle que desde hace pocos años se conocen cuáles pueden ser los peligros para nuestra piel de la sobreexposición a la luz azul: más envejecimiento y una mayor pigmentación, según alerta la jefa del Servicio de Dermatología y Venereología del Hospital Quirónsalud Marbella, la doctora Marta Frieyro.

“Estudios científicos demuestran que la exposición a la luz azul puede provocar estrés oxidativo, siendo el principal proceso de envejecimiento de la piel . También se ha visto que afecta al estado hídrico de la piel, y a la barrera cutánea porque la exposición a esta radiación altera la síntesis de algunas proteínas claves en el transporte de agua en las células, las aquaporinas. Además estimula la producción de melanina a través de receptores que se encuentran en las células, las opsinas . Esto produce un aumento de pigmentación en la piel o melasma."

En concreto, recuerda que un 25% de la luz visible solar es la azul, y es un componente natural y necesario de la luz. “Un porcentaje que no supone un riesgo para la salud cutánea. Sin embargo, la luz azul más extrema y más cerca de la radiación ultravioleta, la gama de azul- violeta , es más energética, y puede ser fuente de problemas, resultando peligrosa si se abusa de ella. Y hoy es muy común abusar de ella. Además hay que tener en cuenta las otras fuentes de luz azul: las luces LED y las pantallas”, advierte.

No obstante, avisa de que “todo suma”, y un 37% de la radiación de un fluorescente pequeño es luz azul, las luces LED blancas emiten un 35% de luz azul, mientras que el porcentaje de esta luz emitida por la pantalla del móvil, de una tablet o de una televisión asciende al 40%. “Todo es sumatorio. La exposición por tanto a la luz azul se da tanto en el exterior como en el interior de los edificios,”, mantiene la entidad científica.

Aquí la dermatóloga de Quirónsalud Marbella sostiene que “afortunadamente la luz recibida de los dispositivos móviles es menos energética, pues las longitudes de onda son diferentes a las del sol, más alejadas del azul violeta, que son los más perjudiciales para la salud, y sus efectos en nuestra piel no son comparables”. Igualmente, destaca que “el llamado ‘envejecimiento digital’ es muy poco dañino en comparación con el producido por el Sol, hacen falta días enteros para que estos dispositivos produzcan la pigmentación que el sol consigue en minutos "aunque tal y como afirma la AEDV, coincide al resaltar que “todo suma”.

No afecta por igual a todos los tipos de piel

Asimismo, la doctora Frieyro llama la atención sobre el hecho de que “no todas las pieles reaccionan de la misma forma a la estimulación de la luz azul” y, según precisa, este aumento de pigmentación afecta más a las personas con un fototipo a partir del 3, es decir, a las personas que tienen una piel más bronceada, con mayor capacidad de producción de melanina.

Según cuenta la AEDV en este sentido, las personas que podrían tener más riesgo de sufrir una hiperpigmentación por luz azul serían aquellas con un fototipo alto, ya que sus células tienden a producir más melanina, así como las mujeres embarazadas, y las personas que se someten a un ‘peeling’ o a ‘procedimientos de resurfacing’ en la cara, donde su piel está más sensible durante un tiempo a la radiación luminosa.

Con todo ello, y para contrarrestar los efectos de la luz azul, la experta de Quirónsalud aconseja el "empleo de fotoprotectores o filtros solares con color , ya que estudios recientes de la Universidad de Málaga han demostrado que éstos tienen la capacidad de absorber hasta un 80 % de esa luz azul, especialmente las cremas fotoprotectores con pigmento más oscuro".

Curiosamente, la especialista llama la atención sobre el hecho de que en Dermatología la luz azul se emplea como una herramienta terapéutica, al igual que se recurre a la radiación ultravioleta para la psoriasis o la dermatitis atópica. “El problema podría derivar cuando hay una exposición abusiva a luz azul”, sostiene la especialista de Quirónsalud Marbella.

No obstante, y ante cualquier duda dermatológica, en este tiempo de pandemia por COVID-19, y donde ya empezamos a ver la luz del sol, gracias al plan de desescalada, la doctora Frieyro insiste en que es necesario consultarlas con un experto y por ello mantiene operativas sus consultas externas en tres modalidades (presencial, videollamada y telefónica).

A su vez, recuerda que, ante cualquier urgencia, y siguiendo las directrices del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Salud andaluza, el hospital marbellí ha establecido unos circuitos diferenciados de COVID-19 y no COVID-19, espaciando también por ejemplo las citas en agenda presencial, o reforzando los servicios de limpieza y desinfección en las áreas comunes, ante la necesidad de acudir al hospital.