Desescalada
Los hospitales acreditan su seguridad frente al Covid-19
Aenor y Applus+ validan los protocolos que ha puesto en marcha Quirónsalud para evitar contagios en sus instalaciones, también en urgencias
A medida que avanzamos hacia la nueva realidad durante la desescalada, cada vez son más los hospitales que velan por garantizar que son un espacio protegido, alineado con los estándares más exigentes. Y, al igual que cada vez son más las empresas que avalan su gestión medioambiental con auditoras, los centros médicos están validando los protocolos de seguridad y desinfección puestos en marcha en sus instalaciones con el fin de evitar contagios.
Garantizar esa seguridad es el objetivo que se ha marcado el Grupo Quirónsalud, que ya tiene certificados todos y cada uno de sus hospitales bien con el aval de Aenor o con el de Applus+. Así, la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, ha conseguido el certificado de Aenor como «Hospital Protegido Covid-19». Una garantía que también tienen los hospitales universitarios Rey Juan Carlos (Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba (Collado Villalba), lo que convierte a estos cuatro centros en los primeros hospitales públicos de España en obtenerlos y ser avalados como hospitales seguros frente al Covid-19. Para lograr esta certificación, la auditora realizó un exhaustivo análisis de todos los protocolos, procedimientos y medidas implementados por los centros para reducir al máximo el riesgo de contagio por Covid-19 y reanudar su actividad asistencial ofreciendo una atención sanitaria a todos los pacientes que puedan necesitarla, estén o no afectados por el coronavirus. Para ello, los hospitales han realizado un intenso trabajo de desinfección y recuperación de todos los espacios asistenciales utilizados en la pandemia. Estas medidas han permitido que se reanude progresivamente su actividad programable y no demorable.
Asimismo, el resto de hospitales del grupo han recibido la certificación «Protocolo Seguro frente al Covid», emitida por Applus+, tras evaluar de forma positiva las diferentes medidas organizativas y de prevención de riesgos puestas en marcha; la nueva organización de la actividad sanitaria, con circuitos asistenciales diferenciados; y las medidas higiénicas adicionales establecidas, tanto para las personas que acuden a los centros como para garantizar la limpieza y desinfección de las instalaciones y de todo el equipamiento sanitario, utilizando para ello la tecnología más avanzada que existe hoy. En ese sentido, se han empleado sistemas de aeronebulización en frío y equipos basados en la tecnología ultravioleta C, que son capaces de eliminar cualquier germen tanto en el aire como en las superficies. Así, los primeros generan una neblina de millones de microgotas compuestas por desinfectante disuelto en agua utilizando el aire como fuerza impulsora. De esta forma, la fina niebla, se junta con las partículas de polvo y las deposita sobre las superficies esterilizándolas y llegando a rincones y huecos que serían inaccesibles mediante una pulverización convencional. Los equipos de desinfección con tecnología ultravioleta C funcionan de manera automática y pueden eliminar los microorganismos tanto del aire como de las superficies. En tan solo tres minutos proporcionan una óptima desinfección e incorporan sensores de proximidad y movimiento que apagan las lámparas cuando detectan la presencia de una persona. Las salas y cabinas pueden volver a ocuparse inmediatamente después de su uso. En quirófanos se utilizan estos equipos, que tienen un ciclo de desinfección de entre 10 y 15 minutos con capacidad para eliminar más del 99,9% de los organismos peligrosos. El objetivo de todas estas medidas y de las certificaciones obtenidas es tratar de dar confianza a los pacientes para que, tanto si tienen una cita programada como si deben acudir de forma urgente por un problema de salud, puedan ir al hospital con la tranquilidad de que se están tomando todas las precauciones necesarias para minimizar al máximo el riesgo de contagio.
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