
Genética
La carrera por activar los cuatro genes que revierten el envejecimiento
Los avances se centran en reprogramar células adultas para convertirlas en células madre pluripotentes inducidas.

Nuestro ADN tiene el calendario de nuestra vida. Allí no solo están nuestras características individuales (color de ojos, piel, altura…) también nuestra propensión a las enfermedades y la posibilidad que las desarrollemos. Y lo mismo ocurre con los genes que determinan el motivo por el que algunas personas envejecen mejor que otras. Y hay cuatro genes clave.
Científicos japoneses han investigado los genes implicados en el envejecimiento y han identificado varias dianas prometedoras para terapias antienvejecimiento. Un área destacada son los factores de Yamanaka, un conjunto de cuatro genes (Oct4, Sox2, Klf4 y cMyc) que pueden reprogramar las células adultas para que adquieran un estado más juvenil. Si bien estos factores pueden inducir el rejuvenecimiento celular, su aplicación en humanos requiere una cuidadosa consideración para evitar riesgos potenciales como el cáncer.
Este grupo de cuatro factores de transcripción (Oct4, Sox2, Klf4 y cMyc) puede reprogramar células adultas para convertirlas en células madre pluripotentes inducidas (iPSC). Diferentes estudios han demostrado que la expresión de un subconjunto de estos factores puede ralentizar o revertir el envejecimiento celular en ratones, lo que podría prolongar la esperanza de vida. Vamos por partes.
Las mutaciones en el gen Klotho en ratones pueden provocar envejecimiento prematuro y una menor esperanza de vida. Por el contrario, se ha demostrado que la sobreexpresión del gen Klotho en ratones ralentiza el envejecimiento y aumenta la esperanza de vida. La proteína Klotho también presenta un alto grado de conservación en diferentes especies, incluyendo a los humanos.
Las proteínas conocidas como SIRT o Sirtuinas, desempeñan un papel en la regulación de diversos procesos celulares relacionados con el envejecimiento, como la reparación del ADN, la apoptosis y la función mitocondrial. Las sirtuinas se activan mediante compuestos como el resveratrol, presente en uvas y bayas. Los compuestos derivados de algas marinas también han demostrado potencial para activar las sirtuinas y la AMPK, otra vía implicada en la salud celular.
Actualmente, también se intenta identificar otros genes y proteínas implicados en el envejecimiento, como HKDC1, que podría desempeñar un papel protector contra las enfermedades relacionadas con la edad. Además, AP2A1 se ha identificado como una proteína que controla el envejecimiento celular, con potencial para terapias antienvejecimiento.
La relación entre proteínas y genes es fundamental para nuestra vida y por ello no es extraño que ambas determinen nuestro envejecimiento. Los genes contienen las instrucciones para la formación de proteínas. Un gen es un segmento de ADN que codifica la secuencia de aminoácidos de una proteína. Las proteínas, a su vez, desempeñan una amplia gama de funciones dentro de la célula, influyendo en los rasgos y las características generales de un organismo.
También hay otros factores implicados… literalmente. Las señales del entorno o de otras células activan proteínas llamadas factores de transcripción. Estas proteínas se unen a las regiones reguladoras de un gen y aumentan o disminuyen el nivel de transcripción. Como si fueran un interruptor.
Las proteínas también contribuyen a la formación de nuevas moléculas mediante la lectura de la información genética almacenada en el ADN. Las proteínas mensajeras, como algunos tipos de hormonas, transmiten señales para coordinar los procesos biológicos entre diferentes células, tejidos y órganos.
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