Coronavirus
España no cuenta con las camas de agudos que exigía Sanidad para fuertes rebrotes
Ninguna autonomía tiene las plazas adicionales de hospital y de UCI exigidas por Sanidad. Según Satse, faltan 90.000 de agudos y solo cumple Orense. Matesanz pide una inyección de 15.000 millones para la Sanidad y fortalecer atención primaria
Hasta la fecha, hay al menos 11 brotes activos de Covid-19 en nuestro país, lo que ha provocado que cuatro comarcas de Aragón hayan retrocedido a la fase 2 de la desescalada. El problema es que estos rebrotes dejen de poder enumerarse y tengamos en España bien por contagio local o bien por casos importados una segunda oleada para la que hoy seguimos sin estar preparados. Así, el Sindicato de Enfermería (Satse) volvió a denunciar ayer el incumplimiento de los criterios establecidos por el propio Ministerio de Sanidad para que no vuelva a repetirse el colapso del Sistema Nacional de Salud que se produjo en marzo y abril, en caso de fuertes rebrotes del coronavirus. La organización sindical reveló que ninguna comunidad autónoma cuenta con suficientes camas de agudos en sus hospitales a tenor de las indicaciones que estableció el Ejecutivo para abordar el proceso de desescalada y las realizadas en el real decreto ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19. En concreto, el Gobierno determinó que resultaría necesario para que los territorios pudieran avanzar en la desescalada el hecho de disponer de entre 37 y 40 camas de enfermos agudos en sus hospitales por cada 100.000 habitantes o, al menos, tener acceso o capacidad de instalarlas en un plazo máximo de cinco días.
Satse recuerda, además, que en el real decreto ley se establece que las comunidades deberán disponer o tener acceso o capacidad de instalar en el plazo preciso los recursos necesarios para responder a incrementos rápidos de casos en base a las necesidades observadas durante la fase epidémica de la enfermedad. Sin embargo, un estudio realizado por Satse constata que no se cumplen esos requisitos. Según señala, en el conjunto del Estado y en todas las provincias españolas, con la única excepción de Orense, y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, «no hay suficientes camas en sus hospitales para los enfermos agudos». El análisis revela que se necesitan 90.272 camas de agudos en el país para cumplir el criterio de Sanidad de contar en cada territorio con 37 camas de enfermos agudos por 10.000 habitantes.
Este déficit se suma al ya denunciado respecto a las camas existentes en las UCIS: 36 provincias no cuentan con suficientes camas en estas unidades ante la desescalada, incumpliendo así los criterios fijados por el Gobierno para pasar de fase. En este último caso harían falta 2.886, según sus estimaciones. «No podemos volver a caer en el error de no contar con los suficientes recursos y medios materiales en caso de que se produzca una nueva oleada de Covid-19 y que se generen situaciones tan lamentables como las vividas al inicio de la crisis sanitaria de no tener camas suficientes para poder atender a todas las personas que así lo necesitaban, tanto pacientes con esta enfermedad como con cualquier otro problema de salud», apuntan desde el sindicato.
Inversión y contratación
No son los únicos aspectos que urge cambiar. Rafael Matesanz, fundador y ex director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), explica a este periódico la importancia de reconsiderar la financiación: «En este momento solo se destina el 6,2% del PIB a la Sanidad, cuando debería ser el 7,5%». Es decir, un 0,5% más que la promesa que hizo en su día el Gobierno antes del Covid y que no se llevó a cabo. «Esto supondría unos 15.000 millones de euros», una cifra elevada, que se debe a que las estrecheces del SNS viene de hace tiempo. «Sin eso no se puede hacer nada», sentencia Matesanz, que hace hincapié en que «cualquier rebrote hay que pararlo antes de llegar al hospital» y para ello «urge reforzar la Atención Primaria». Para evitar que se repita lo vivido en la primera oleada con las residencias de ancianos, «la única solución es que pasen a depender de Atención Primaria porque estas personas tienen los mismos derechos que el resto de la sociedad». Sin embargo, hoy «se destina el 13,9% del gasto sanitario a la Primaria, cuando debería ser el 25% y como mínimo un 20%». Es decir, «4.500 millones de los 15.000».
En cuanto al personal, Satse pide también un aumento de las plantillas de enfermería que prestan sus servicios en las unidades de hospitalización y en las UCIS. Pero no solo tendría que reforzarse estas plantillas. «Hay que reconquistar la confianza de los sanitarios que están exhaustos», afirma Matesanz. Un mejor trato que en la práctica supondría «contratar a más personas y mejorar sus condiciones salariales. Pero sobre todo, reforzar plantillas que se han visto reducidas desde la crisis de 2008. No se ha repuesto todas las jubilaciones», recuerda Matesanz, que incide en que se deberían contratar «no menos de 30.000 o 40.000 sanitarios, sobre todo para reforzar la Primaria».
Otra medida básica para el fundador de la ONT es «tener reservas estratégicas de materiales», como respiradores, EPIS, mascarillas, tanto «a nivel local, nacional como europeo. Y a largo plazo es necesario una industria sanitaria». Opinión que comparte Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, que ya explicó a este periódico que «aunque hay más material a nuestra disposición, lo cierto es que se sigue obligando a los profesionales a reutilizarlo». Por todo ello, «es imprescindible que el Gobierno apueste por la fabricación nacional de todo este material desarrollando una estrategia específica en España e incentivando su producción desde la alianza con empresas que tengan capacidad de reconvertir sus industrias para dar respuesta a las necesidades de productos sanitarios como pantallas de protección, trajes EPI, mascarillas de protección, guantes, etc. España tiene capacidad de producción y con una buena planificación conseguiríamos no depender de forma exclusiva de terceros países ni tener que prescindir del sello de calidad CE», añade Pérez Raya, que incide también en que «es importantísimo el refuerzo de la Atención Primaria para hacer detección precoz y seguimiento de contactos».En definitiva, lo básico para poder hacer frente si no a una segunda oleada a potenciales fuertes rebrotes.
Urge reorganizar el Ministerio de Sanidad
Para el fundador y ex director de la ONT es importante reconsiderar el papel del Ministerio de Sanidad: «Desde 2002 este ministerio no ha parado de reducir su tamaño (funciones), al dividirse en Asuntos Sociales, Consumo, Igualdad, ISCIII que ha pasado a depender de de Ciencia». «Hay que dotar a este Ministerio de agencias más ágiles» que eviten problemas graves como las compras mal hechas o el descuadre de cifras, añade.
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