Pandemia
¿Por qué los ancianos y las personas con enfermedades crónicas son más vulnerables a la Covid-19?
La causa puede estar en una mayor oxidación celular en ambos grupos de población, según una nueva investigación.
La especial vulnerabilidad de los mayores y las personas con patologías previas a padecer la infección por Covid-19 de un modo grave fue una de las primeras conclusiones obtenidas del análisis de los casos en los primeros meses de la pandemia. Por condición grave se entiende la que implica hospitalización, admisión a una UCI, intubación o asistencia respiratoria mecánica o muerte. Las causas son múltiples y complejas, algunas con mayor evidencia científica como la inmunosenescencia, el estado general de salud, la disminución de la denominada “inmunidad cruzada” debido a la edad o el micro- ARN. Sin embargo, los científicos siguen buscando los factores que les hacen tan vulnerables frente al virus, con el fin de lograr ofrecerles una mayor protección.
Es el caso de un nuevo estudio, dirigido por investigadores de la Universidad McGill (Canadá) que ha mostrado que las proteínas implicadas en el inicio de la infección por COVID-19 puede hacer a los ancianos y a las personas con otras enfermedades más vulnerables, ya que el virus se une a las células huéspedes de diferentes animales. Una mayor oxidación celular asociada con el envejecimiento y la enfermedad puede explicar por qué los ancianos y las personas con enfermedades crónicas se infectan más a menudo y más gravemente.
Para llegar a esta conclusión, primero era necesario entender porque algunos animales se infectan y otros no. Por ello, los investigadores analizaron las secuencias de proteínas disponibles del virus y los receptores de la célula huésped a través de diferentes especias para averiguarlas causas. “Sabemos que el virus puede infectar a humanos, gatos, perros y hurones, pero no a bovinos y cerdos. Además, la infección ataca a los ancianos y a las personas con afecciones subyacentes más severamente que a los jóvenes y sanos. Hasta ahora las razones de esto no estaban claras”, explica uno de los líderes del estudio, Jaswinder Singh.
El proceso
En su análisis, descubrieron que el virus, una vez dentro de una célula anfitriona, “secuestra” la maquinaria metabólica de la célula para replicarse y propagarse. Los picos de proteína del virus se adhieren a un receptor de proteína en la superficie de la célula anfitriona llamado ACE2, fusionando las membranas alrededor de la célula y el virus. Este proceso permite que el virus entre en la célulay use su maquinaria de creación de proteínas para hacer nuevas copias de sí mismo. Estas copias pasan entonces a infectar otras células sanas.
Al analizar las proteínas y sus bloques de construcción de aminoácidos, los investigadores descubrieron que los animales susceptibles al virus tienen algunas cosas en común. Humanos, perros y gatos tienen dos aminoácidos de cisteína que forman un enlace especial que se mantiene unido por un entorno celular oxidante. Este enlace (disulfuro) es como un ancla para el SARS-CoV-2. “Nuestro análisis sugiere que una mayor oxidación celular en los ancianos o en aquellos con condiciones de salud subyacentes podría predisponerles a una infección, replicación y enfermedad más vigorosas”, indica el coautor, Rajinder Dhindsa.
En el caso de animales resistentes, como cerdos y vacas, falta uno de estos dos aminoácidos de cisteína y no se puede formar el enlace, por lo que el virus no puede anclarse en la célula.
Antioxidantes
Este descubrimiento podría ayudar a desbloquear nuevos tratamientos para la Covid-19, centrados en impedir que se forme el ancla, interrumpiendo el ambiente oxidante que sirve como “pegamento”. “Los antioxidantes podrían disminuir la gravedad de la infección al interferir con la entrada del virus en las células huésped y su supervivencia posterior en el establecimiento de una nueva infección”, argumenta Singh.
En cuanto a los próximos pasos, los investigadores dicen que la tecnología CRISPR (un método para la “edición del genoma” a través de una herramienta denominada CRISPR-Cas9, ganadora del premio Nobel de Química 2020) podría utilizarse para editar secuencias de proteínas y probar su teoría. También están estudiando otras proteínas cercanas al receptor ACE2 que podrían facilitar la entrada del virus para ver si se comportan de la misma manera.
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