Prevenir la disfunción eréctil (I)

La disfunción eréctil es la incapacidad de mantener una erección adecuada para que una relación sexual sea satisfactoria. Con el envejecimiento, todos los hombres sufrirán algún grado de dificultad. A continuación, algunas medidas que ayudarán a preservar la capacidad de erección, a medida que el hombre envejece.

La alimentación: las dietas perjudiciales para el corazón también lo son para las erecciones. Los estudios han demostrado que los patrones alimenticios relacionados con los infartos también están asociados con una alteración del aporte de sangre al pene. Las dietas que incluyen pocas frutas y vegetales, dietas grasas, fritos y alimentos procesados pueden contribuir a disminuir la circulación sanguínea por el cuerpo. La erección es un fenómeno vascular y, por lo tanto, cualquier alteración en el aporte de sangre a los cuerpos cavernosos del pene originará una erección más débil. Otros estudios también han verificado que la disfunción eréctil es menos probable en los hombres que siguen la dieta mediterránea (frutas, vegetales, grasas saludables como nueces, aceite de oliva, pescado o vino, particularmente tinto). Por ello, el cambio en los hábitos de vida del paciente es decisivo, aparte del tratamiento farmacológico.

Mantener un peso saludable: el sobrepeso o la obesidad causan muchos problemas de salud, como la diabetes, una de las grandes epidemias de estos momentos. Esta enfermedad produce, con el tiempo, una afectación de los vasos del pene, y además puede lesionar los nervios del mismo.

Otra medida esencial es evitar el consumo excesivo de alcohol. Los bebedores crónicos pueden acabar con afectación del hígado, daño neurológico y otras alteraciones como menores niveles de testosterona, que afectarán a la potencia sexual.

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