Investigación
¿Quién necesita recibir la tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19?
Un tercio de los pacientes trasplantados que tenían niveles de anticuerpos negativos y todos los pacientes con niveles bajos aumentaron sus niveles de anticuerpos tras la dosis de refuerzo. Pese a los buenos resultados, una receptora de trasplante de corazón sufrió un rechazo leve. Es el primer estudio que analiza la respuesta a la tercera dosis
Una serie de casos publicada en “Annals of Internal Medicine” ha encontrado que una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 aumenta los niveles de anticuerpos en los receptores de trasplantes de órganos que tuvieron una respuesta subóptima a la vacunación estándar.
Los hallazgos de este estudio, el primero en el que se informa sobre la respuesta a una tercera dosis de la vacuna, sugieren que los ensayos clínicos están justificados para determinar si las dosis de refuerzo deben incorporarse en la práctica clínica para los pacientes trasplantados, tal y como ya sucede con las vacunas contra la hepatitis B y la gripe.
La respuesta de anticuerpos después de dos dosis de una vacuna de ARNm contra el virus SARS-CoV-2 es excelente en la población general, sin embargo, las respuestas de anticuerpos en los receptores de trasplantes pueden disminuir notablemente. “Hemos encontrado respuestas de anticuerpos marcadamente atenuadas en receptores de trasplantes después de dos dosis de una vacuna de ARNm contra el SARS-CoV-2″, afirman los autores. Además, los informes sobre infecciones por Covid-19 en receptores de trasplantes previamente vacunados han suscitado interés en la administración de dosis adicionales de vacuna en estas personas.
Con el fin de arrojar algo de luz al respecto, un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en EE UU, estudió a 30 receptores de trasplantes de órganos que recibieron una tercera dosis de la vacuna Covid-19 entre el 20 de marzo de 2021 y el 10 de mayo de 2021 para describir las respuestas de anticuerpos y las reacciones a la vacuna después de la de refuerzo.
Su edad media era de 57 años (entre 44 y 62 años) y 17 de los participantes en el estudio eran mujeres.
Ninguno de los pacientes informó de una enfermedad compatible con la Covid-19 antes de la vacunación o que hubiera dado positivo con una PCR.
El promedio de tiempo entre el trasplante y la vacunación inicial fue de 4,5 años (entre 2,3 y 10,5 años). Durante la vacunación inicial, el 57% de los 30 pacientes recibió dos dosis de la vacuna Pfizer / BioNTech, y el 43% recibió las dos dosis de la vacuna de Moderna.
“Analizamos a todos los pacientes en busca de anticuerpos contra la proteína “Spike” nueve días antes de media (entre dos y 33 días) de recibir su tercera dosis de vacuna, y 24 pacientes tuvieron resultados negativos de anticuerpos y seis tenían anticuerpos positivos bajos”, explican los investigadores.
Los pacientes recibieron la tercera dosis de la vacuna 67 días después (de media) de la segunda dosis de su serie inicial de vacunas; “15 pacientes recibieron la vacuna de Janssen, nueve las de Moderna y seis las de Pfizer/BioNTech”.
A continuación, transcurridos 14 días, los investigadores repitieron la prueba de anticuerpos después de la administración de la dosis de refuerzo y descubrieron que un tercio de los pacientes que tenían niveles de anticuerpos negativos y todos los pacientes que tenían niveles bajos de anticuerpos antes del refuerzo aumentaron sus niveles de anticuerpos después de la tercera dosis.
El 46% mejoró sus niveles de anticuerpos
“En este estudio preliminar, 6/6 (100%) de los receptores de trasplantes que tenían niveles bajos de anticuerpos después de una serie de vacunas de ARNm de dos dosis estándar aumentaron sus anticuerpos contra la proteína Spike a niveles relativamente altos. En los 24 pacientes que tenían anticuerpos negativos, el 33% (8/24) experimentó algún refuerzo de anticuerpos, generalmente a niveles más bajos. En general, el 46% (14/30) experimentó algún aumento de los niveles de anticuerpos”, explica a este periódico el autor principal del estudio, el Dr. William Werbel, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins.
En cuanto a las reacciones a la vacuna de refuerzo, estas fueron relativamente menores, incluidas reacciones en el lugar de la inyección, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular y diarrea.
En concreto, 23 pacientes completaron un cuestionario siete días después de recibir la tercera dosis. De ellos, 15 aseguraron haber tenido reacciones locales leves o moderadas, y un paciente informó de un dolor severo en el brazo. La reacción sistémica más frecuente fue fatiga leve o moderada en 14 participantes; un paciente refirió dolor de cabeza intenso y uno dolor muscular grave. Ningún paciente refirió fiebre ni reacciones anafilácticas o complicaciones neurológicas.
No obstante, una receptora de trasplante de corazón tuvo un rechazo mediado por anticuerpos comprobado por biopsia siete días después de inocularle la tercera dosis. No experimentó un aumento de anticuerpos contra la proteína Spike, la función cardíaca permaneció normal y no se inició la intensificación inmunosupresora.
“Esta paciente ha sido seguida de cerca y tratada por sus médicos del trasplante. Informó que seguía recibiendo atención de sus doctores, y que no necesitaba cambiar sus medicamentos. No se detectaron nuevos anticuerpos contra el corazón trasplantado”, afirma el Dr. Werbel.
Además, ningún paciente se contagió de Covid-19 según sus PCR después del seguimiento adicional tras la tercera dosis, aunque la duración de este seguimiento “fue limitada”, reconocen los autores del estudio, que concluyen que “las reacciones a las vacunas parecen aceptables, dados los beneficios que estas vacunas pueden conferir”.
Sin embargo, las respuestas de los anticuerpos parecen variar y los riesgos potenciales, como el rechazo de órganos, debe evaluarse de forma individual”, añadieron los autores del estudio, que no pudieron afirmar con certeza si un caso de rechazo leve estaba relacionado con la vacuna”.
Una de las limitaciones de este estudio es que se “incluye una muestra pequeña”, reconocen los investigadores, pero las “observaciones” detectadas “apoyan” la necesidad de hacer “ensayos clínicos para determinar si la dosis de refuerzo para prevenir la Covid-19 en pacientes trasplantados puede incorporarse”.
¿En qué otros casos sería necesaria la de refuerzo?
Para el Dr. Werbel, “la clave es comprender, en el mundo real, qué nivel de anticuerpos es necesario para prevenir infecciones graves en personas inmunodeprimidas. Hay sugerencias de niveles de protección en la población sana en general que pueden brindar protección, pero poca información en personas como los receptores de trasplantes”. Una vez que se establezca la necesidad de una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 si los riesgos y beneficios parecen favorables, “esto podría incluir no sólo a pacientes trasplantados, sino también a personas con cáncer, en diálisis y con enfermedad reumatológica”.
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