Oncología
Un equipo único y multidisciplinar contra el cáncer de mama
Los hospitales de Vinalopó, Torrevieja, Torrejón y Povisa ofrecen una atención unificada frente a este tumor
El grupo sanitario Ribera ha integrado todas las Unidades de la Mama de los hospitales del grupo en un único Área de la Mama y, desde hace unos meses, es el centro neurálgico para la atención a las pacientes con sospecha de cáncer o para quienes se ha diagnosticado ya esta enfermedad. Desde el mismo se coordina la actividad asistencial y científica de más de 50 especialistas en patología mamaria para valorar cada caso, sea cual sea el hospital del grupo al que pertenece la paciente, desde una visión holística. Se garantiza, de esta manera, la atención más completa y personalizada, con la valoración y estudio de los mejores profesionales, que trabajan interconectados en toda España.
La directora corporativa Julia Camps, junto al coordinador quirúrgico, Lorenzo Rabadán, la coordinadora patóloga, Laia Bernet y Javier Cortés, responsable de la Oncología de Mama Corporativa junto a su equipo del International Breast Cancer Center, han impulsado la unificación de procesos y circuitos asistenciales, válidos en todos los centros del grupo, así como el trabajo en red de todos los profesionales que abordan la patología mamaria desde su propia especialidad, pero con criterios uniformes y bajo la supervisión de líderes de opinión nacionales e internacionales. «Un cáncer de mama en Vinalopó será valorado por especialistas de su hospital, pero también de Torrejón, Torrevieja, Vigo y Lugo», explican. El objetivo es que cada paciente cuente con el mejor equipo de profesionales de España en cada una de las áreas, además de los especialistas que realizarán el acompañamiento permanente y personalizado en el centro del grupo al que acuda.
La colaboración interhospitalaria es, en opinión de los responsables del Área de la Mama, «un valor diferencial sin precedentes en el panorama del abordaje integral del cáncer de mama en España». La conexión de los mejores especialistas de cada área implicada en el proceso, sea cual sea su hospital de referencia, «permite confrontar ideas, compartir conocimiento y experiencia clínica y unifica criterios de abordaje, siempre a la vanguardia en todas las técnicas y tratamientos del cáncer de mama», aseguran.
La doctora Camps destaca la experiencia, humanidad, inmediatez, implicación e innovación del Área de la Mama del grupo Ribera y explica que las pacientes tienen a su disposición «un diagnóstico rápido con las últimas técnicas radiodiagnósticas, como un mamógrafo 3D con contraste». Esta tecnología, añade, «disponible en los hospitales universitarios del Vinalopó y Torrejón, tiene una sensibilidad hasta un 50% mayor en la detección de tumores que la mamografía convencional, especialmente útil en pacientes con antecedentes de cáncer de mama, que habitualmente se controlan con mamografía, o en pacientes susceptibles de ser estudiadas con resonancia magnética que no pueden entrar en la máquina por diversas razones».
Test genéticos y apoyo emocional
Este área también ofrece a sus pacientes técnicas de vanguardia de un servicio de Patología transversal que, entre otras novedades, acaba de implantar la firma genética en la biopsia inicial, en lugar de en la intervención quirúrgica. Tal y como explica la doctora Bernet, «la información obtenida del estudio genético con dos test, el de 70 genes para evaluar posible beneficio a quimioterapia y el de 80 genes (BluePrint) para definir el subtipo molecular de tumor, es clave para el plan clínico y quirúrgico de cada paciente». Y como resultado, «la información facilitada puede cambiar ese plan terapéutico hasta un 40% de los casos, lo que supone gran avance a todos los niveles», añade.
Además, en los hospitales del grupo Ribera ya integrados en el Área de la Mama, se facilita la cirugía oncoplástica, y en un 80% de casos se apuesta por la cirugía conservadora. Intervenciones como la mastectomía «se reservan para las pacientes en las que no es posible un abordaje conservador debido a la extensión, naturaleza del tumor, o en pacientes con una mutación genética definida, o historia familiar compleja», explica el doctor Rabadán. En ellas, «intentamos conservar la piel, la areola y el pezón siempre que es posible, y apostamos por la reconstrucción mamaria en el mismo momento de la intervención». «Gracias a la amplia información que tenemos antes de la intervención, mediante la estadificación con resonancia magnética en todos los casos, a los mapas tumorales que nos aportan los radiólogos y a las técnicas avanzadas de cirugía oncoplástica podemos hacer las resecciones necesarias, sin modificar en la mayoría de casos el volumen o la forma de la mama, evitando así asimetrías e incluso realizando una reducción o elevación mamaria, para conseguir un resultado oncológico y estético óptimo», asegura.
El objetivo es que las pacientes vean alterada su imagen y su calidad de vida lo menos posible, para que puedan reincorporarse a su vida familiar y profesional con la mayor brevedad posible, siempre facilitándoles el apoyo emocional necesario, con personal de Enfermería Gestor de su caso y psicooncólogos.
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