Las 10 preguntas

«Da igual la marca del protector solar, lo que importa es no quemarse»

Dr. Tomás Toledo, dermatólogo especialista en cáncer de piel del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla

Dr. Tomás Toledo
Dr. Tomás ToledoARCHIVOArchivo

1. Estamos en pleno verano y la gente tiene muchas ganas de sol y playa, pero no siempre con las medidas de protección necesarias. ¿Lo acusan en sus consultas en estas fechas o en septiembre?

Generalmente, los pacientes se dividen en dos grupos en lo que a revisiones de lunares se refiere: los que van a consulta antes del verano, menos numeroso, y los que quieren revisarse a la vuelta; como si una revisión antes del verano diera vía libre para tomar el sol y una a la vuelta sirviera para enmendar los errores cometidos. Antropológicamente es muy curioso, pero poco lógico. Hay que revisarse la piel todo el año. Esto no funciona como la ITV y es infinitamente más útil dedicarse diez minutos al mes revisándose en casa que venir al dermatólogo una vez al año.

2. La mayoría de la gente ya se aplica el fotoprotector pero, ¿cuál es, en su opinión, el principal error que se comete al hacerlo?

En ocasiones los dermatólogos vendemos un mensaje que es demasiado paternalista respecto al sol. Yo tengo la suerte de vivir en Andalucía, una tierra con una costa enorme y próxima donde tenemos muchos días de buen tiempo, por lo que podemos repartir el ocio al aire libre en muchos periodos del año. Pero pretender que una familia que vive en el interior y que sólo tiene 15 días al año de vacaciones en la playa evite la exposición solar es tan ingenuo como injusto hacia los que están en esa situación. La gente no va a dejar de ir a la playa y tenemos que ser conscientes de ello. Por ello, se debe favorecer un uso saludable del sol, es decir, fotoprotección cada hora y media, reaplicar tras el baño y, sobre todo, evitar las quemaduras. La fotoprotección, siempre de 30 a 50. Da igual la marca: lo que importa es no quemarse.

3. ¿Cree que las campañas de concienciación han surtido efecto (en base al número de casos que ven de cáncer de piel en sus consultas)? ¿Ven más o menos casos?

Para varias generaciones, entre la que me incluyo, el primer día del verano era sinónimo de quemarse la espalda y despellejarse. Afortunadamente esto ya no es así y los grupos de edad que pasan más horas de ocio al sol –los menores de 30– están claramente concienciados. Además, los que se detectan se hacen en fases más tempranas, lo cual tiene un impacto positivo tanto en calidad como en la cantidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad. De ahí que, pese a que la incidencia de cáncer de piel aumenta cada año, el número de fallecidos por esta causa permanece constante.

4. ¿Cómo diría que ha afectado la pandemia a la Teledermatología?

Potenciándola hasta convertirla en lo que debe ser: un complemento más en la asistencia dermatológica que se presta a la población. Hasta ahora se había reservado a situaciones en la que, bien por presión asistencial, bien por ausencia de consultas presenciales, como en la pandemia, suplían al dermatólogo «en directo». La Covid ha servido para poner en valor este tipo de servicios, donde se ofrece un nivel de prestación como el de la consulta presencial, sin que el paciente tenga que estar en una sala de espera para una valoración que puede hacerse en minutos.

5. ¿Qué ventajas aporta esta modalidad de consulta?

Favorece que el paciente obtenga un diagnóstico del problema dermatológico que presenta sin las esperas que supone una cita física. En la app de Quirónsalud, dispone, en menos de 48 horas, de un diagnóstico, tratamiento, recetas y, si lo precisa, de una cita para consultas o quirófano con un compromiso de resolución en menos de 14 días. Esto es especialmente útil para las situaciones no demorables, como las sospechas de cáncer de piel o las urgencias. Además, el circuito que hemos desarrollado permite que siempre haya un punto de teleconsulta activo en la ciudad de Sevilla y su área metropolitana, de lunes a jueves.

6. ¿Cuántos casos atienden de esta forma hoy en día?

En Sevilla y área metropolitana, respondemos en torno a unas 90 consultas semanales, con sólo cuatro meses de actividad. Visto el éxito del proyecto, hemos comenzado también a prestar servicio en otros hospitales de Quirónsalud en el territorio andaluz.

7. Por suerte también hay muchos avances en el abordaje de esta patología, como la cirugía de Mohs, pero ¿qué es exactamente?

Operar mediante Mohs implica la eliminación quirúrgica del cáncer de piel capa por capa hasta que no quede ni rastro de la enfermedad. Son dos fases: una primera, donde eliminamos todo el tumor visible. Una vez hecho esto, comenzamos a extraer capas de piel que rodean al tumor y a analizarlas en el microscopio una a una hasta tener la certeza de haber erradicado la porción «invisible» de la enfermedad. Esto es muy importante, especialmente cuando bastantes tipos de cánceres de piel aparecen en sitios tan sensibles como la nariz, los labios o alrededor de los ojos. En estos casos hay que asegurarse de quitar todo el tumor de una vez, pero respetando la mayor cantidad de piel alrededor del mismo. En definitiva, el Mohs es quitar todo el tumor, pero sólo la enfermedad.

8. ¿En qué casos se aplica?

La cirugía de Mohs está indicada fundamentalmente para el carcinoma basocelular –el tumor maligno más frecuente, no sólo de piel, sino globalmente– y el carcinoma espinocelular. No obstante, se realiza una modificación de la técnica, llamada Slow Mohs, en carcinomas escamosos recidivantes, léntigo maligno y en determinados sarcomas cutáneos (sarcomas pleomórficos y dermatofibrosarcomas protuberans). En Quironsalud Infanta Luisa realizamos ambas variantes.

9. ¿Y qué resultados se obtienen con ella?

Hemos de tener en cuenta que el examen histológico de cada pieza se lleva a cabo por un especialista en Anatomía Patológica inmediatamente a la extirpación del tejido sospechoso y durante el tiempo de quirófano. Esto garantiza que esta técnica tenga la tasa de éxito más alta de todos los tratamientos para el cáncer de piel: hasta el 99%. Además, finalizada la extirpación, realizamos la reconstrucción inmediata del caso, por lo que el paciente que entra en un quirófano para Mohs sale de él con dos problemas resueltos: el tumor y la reconstrucción de lo operado. Esto permite que al tener la certeza de haber eliminado todo el tumor, los pacientes sólo tengan que acudir a revisión al mes y al año de la intervención. Están curados del cáncer del que han sido intervenidos sin necesidad de más tratamiento, en el mismo momento en que salen de quirófano.

10. Creo que hace no mucho han intervenido un caso especialmente difícil con éxito...

Sí, recientemente hemos intervenido mediante Slow Mohs a un paciente con un carcinoma escamoso en el dedo índice de la mano derecha. El tratamiento habitual para el tipo de tumor, extensión y localización del tumor que presentaba el paciente es la amputación parcial o total del dedo afecto. A fin de evitar esto, realizamos Mohs sobre el tumor y tanto la anatomía como la función de esa extremidad están perfectamente conservadas. El dedo está íntegro, sin deformidad alguna. También hemos comenzado a recibir casos de dermatofibrosarcoma protuberans, un tipo de sarcoma, derivados de otras provincias para el tratamiento mediante Slow Mohs.