Covid-19

Vacuna de la gripe: cómo evitar la resaca de la quinta ola

Para que no circulen a la vez los virus de la influenza y el SARS-CoV-2 los expertos recomiendan inmunizar también a los niños, un consejo que siguen otros países, como Reino Unido, pero que aún no ha calado en las autoridades españolas

La intervención de enfermería, que posibilita la indicación de antitérmicos, se integra como una parte más del conjunto del abordaje, proceso diagnóstico y tratamiento global de las personas con fiebre
La intervención de enfermería, que posibilita la indicación de antitérmicos, se integra como una parte más del conjunto del abordaje, proceso diagnóstico y tratamiento global de las personas con fiebreDreamstimeDreamstime

Durante los meses de invierno, el virus de la gripe puede llegar a hacer estragos por su impacto entre la población mayor, con enfermedades crónicas y otras personas en situación vulnerable. Aunque muchas veces es una enfermedad que se resuelve sola, los médicos aún recuerdan como «dramática» la temporada de gripe de 2009 por el elevado número de hospitalizaciones y casos graves registrados.

La vacuna de la gripe ha sido amplia y tradicionalmente considerada un poderoso instrumento en beneficio de la Salud Pública. Ahora que estamos inmersos en la pandemia de la Covid, los expertos en este campo están analizando sus posibles beneficios adicionales. En la revista «Nature», un equipo de investigadores especialistas en farmacología clínica ha sugerido que la vacuna de la gripe podría «proteger de forma marginal» frente a la infección por SARS-CoV-2. Según su teoría, eso es porque la vacuna estimula la respuesta inmune «no específica» que puede limitar el riesgo de contraer Covid o de que la enfermedad llegue a ser severa.

Aunque son hallazgos que tendrán que ir confirmando nuevos trabajos con datos actualizados, incluso si esta teoría no se probara, la vacuna de la gripe puede ahorrar sufrimiento a muchos pacientes y una sobrecarga (otra más) en unos servicios sanitarios que siguen superando una prueba de estrés tras otra. Las advertencias sobre la dificultad de afrontar una campaña de gripe «dura» y los azotes en oleadas de Covid-19 abundan en la comunidad científica. Los medios internacionales ya le han dado un nuevo nombre, diciendo que «peor que la pandemia sería una bipandemia».

De acuerdo con un estudio publicado en «The Lancet Infectious Diseases», la gripe de 2009 dejó un saldo de víctimas que puede oscilar entre los 151.700 y 575.400 fallecimientos en todo el mundo por el efecto del virus aquel año.

Expertos del Hospital Universitario Son Espases, de Palma de Mallorca, advierten en un reciente trabajo de investigación publicado en la revista científica «Medicina Clínica» que, aunque la temporada de gripe de 2019 a 2020 fue más corta de lo normal, se confirmaron 619.000 infecciones, 27.700 hospitalizaciones y unas 3.900 muertes por la enfermedad. «En vista de la situación epidemiológica, la mejor estrategia de Salud Pública es el uso apropiado de la vacuna de la gripe», indican.

¿Cuándo es necesaria?

En el concepto de uso apropiado se incluye la definición de los grupos de población que requieren la vacuna. Pero lo cierto es que en nuestro país las recomendaciones de las autoridades sanitarias y las de las sociedades científicas no coinciden.

La de la gripe puede usarse en niños a partir de los seis meses de edad, pero las autoridades limitan la recomendación de vacunar a los niños con enfermedades que impliquen un cierto riesgo de complicaciones de la gripe: asma, diabetes, algunas patologías renales o del sistema inmunológico, neurológicas y obesidad, entre otras condiciones, así como a los niños que viven con enfermos vulnerables.

Según el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), pueden aceptarse otros usos de la vacuna, como en niños pequeños que acuden a guarderías, o en menores sanos sin que existan circunstancias que supongan un mayor riesgo de contagio o complicaciones, pero no será posible «por la probable falta de vacunas en las farmacias».

Fuentes próximas al proceso de compra de vacunas se muestran de acuerdo con la apreciación de los pediatras. Indican que el año pasado se realizó un esfuerzo importante por parte de todos (Administración, fabricantes, profesionales…) para que las dos infecciones, Covid y gripe, no circularan a la vez. De hecho, nunca antes el Ministerio de Sanidad había hecho una compra de dosis adicionales a las que habían adquirido las comunidades autónomas. Más de cinco millones.

Así, en la temporada pasada, de los ocho millones de vacunas se pasó a rozar los 14 millones. El objetivo ideal de cobertura vacunal que define la Organización Mundial de la Salud para la gripe estacional es del 75%. En España, la campaña de 2019 se quedó en el 54,2%. Aunque en 2020 mejoró, sigue sin llegar al umbral recomendado.

Compra de vacunas

Lo ideal sería, al menos, mantener en 2021 el nivel de cobertura del año anterior, aunque en esta campaña el Ministerio no parece que vaya a hacer una compra adicional. El acuerdo marco, el contrato que define la compra de vacunas por parte de las comunidades, acaba de publicarse con un margen de solo tres meses antes de que comience la temporada de gripe.

El Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Sanidad cerrar el acuerdo para seleccionar los suministradores de vacunas para la campaña 2020-2021 frente a la gripe estacional el 12 de mayo. El total estimado de vacunas a adquirir para dicha temporada no llegaba en el momento del anuncio a los cinco millones de dosis (4.743.945). Al publicarse el documento la plataforma de contratación del sector público el domingo 25 de julio –con 25,9 millones de dosis para los próximos cuatro años–, la cifra se eleva ligeramente, pero sigue por debajo de las de 2020. «Vamos más tarde que nunca», dicen las fuentes. Y no somos el único país que quiere comprar vacunas, algo que la pandemia ha dejado claro.

Para acabar de complicar las cosas, la gripe de 2020 fue particularmente leve, en parte porque las medidas para evitar la propagación del SARS-CoV-2 limitaron los contagios y en parte por ese impulso a la vacunación. No se sabe si este año tendremos tanta suerte. Las medidas preventivas no son particularmente estrictas, y las vacunas no van a llegar en la misma cantidad, sino una previsiblemente menor.

Algunos expertos opinan que después de una campaña de la gripe con buena cobertura vacunal y poca circulación, la población sería incluso más vulnerable en la estación de gripe que viene. Otros lo sintetizan diciendo que «lo único previsible de la gripe es que es imprevisible», tal y como advierte Raúl Ortiz de Lejarazu, profesor de la Universidad deValladolid.