Exposición
Existe un espacio donde convergen lo visible y lo invisible, en el que se entra con la mente abierta y no se sale sin haberla llenado de especulaciones. Un sitio a medio camino entre el deseo y la duda. El arte y la ciencia son dos de esos motores intuitivos necesarios para interpretar el mundo, pues si hay algo detrás de cada uno de ellos es el proceso de autodescubrimiento personal. Sólo así, podrá encontrarse su variante profesional. Con este objetivo nace “Binomio, un diálogo entre artes y ciencia”, un proyecto del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y la Fundación Banco Santander que reúne a científicos y artistas para explorar territorios comunes de la investigación científica y la creación artística.
“El gran arte, en el pasado, estaba inspirado en los dioses, en las historias inmortales”, ha explicado María Blasco, directora del CNIO, este miércoles. “Quizá, en el siglo XXI, sea el momento de encontrar la inspiración en el trabajo de los científicos”. Eso fue lo que unió a Margarita Salas, pionera mundial de la biología molecular, y Eva Lootz, artista visual e interlocutora del proyecto que hasta el 6 de abril expondrán en el centro.
Salas y Lootz, en ese sentido, han compartido no pocas horas en el laboratorio. “Además de mi gran pasión por la ciencia, el arte es para mí otra obsesión”, ha asegurado la discípula de Severo Ochoa. “Por eso, las conversaciones con Eva sobre mi trabajo científico han dado un resultado que yo no podía imaginar cuando se planteó el proyecto”. De sus conversaciones y encuentros a lo largo de los últimos meses, Lootz ha creado una pieza audiovisual y una serie de 59 dibujos concebidos como pensamientos que reflexionan sobre las principales líneas de investigación de Salas. Los beneficios de su venta se destinarán a la iniciativa “Amigos del CNIO” para la investigación contra el cáncer.
“No son una interpretación de las investigaciones de Margarita”, ha señalado la Premio Nacional de Artes Plásticas 1994. “Tampoco tienen un tema central, sino que son la huella de un campo de intensidades en el que se cruzan reflexiones, fórmulas matemáticas y apuntes meteorológicos”. A esta artista austriaca le encanta dibujar. De hecho, lo hace cada día mientras espera la financiación suficiente para llevar a cabo proyectos más ambiciosos. Lo que no le ha restado interés a la ciencia, a la que ha dedicado parte de su producción. “Me interesa la descodificación del genoma humano”.
A lo largo de su carrera ha ido incorporando temas como la hidráulica y la tecnología minera a su obra. Sin embargo, esta es la primera vez que se ha puesto en contacto con el estudio de la biología. Así, no tiene duda de que es el momento idóneo para el reencuentro entre la ciencia y las letras, pues sólo de esa forma puede favorecerse la reflexión sobre avances que hoy prometen cambios sociales drásticos, desde la inteligencia artificial a los drones, pasando por la biotecnología y las técnicas de edición genética.
Borja Baselga, director gente de la Fundación Banco Santander, ha destacado, en ese sentido, “la importancia creciente de la mujer en la ciencia y el arte como un signo de progreso en la sociedad española”, un hecho que ha permitido a Lootz apreciar el coraje, la perseverancia y la determinación de su compañera de proyecto, “una mujer que, en una época en la que la investigación era prerrogativa de los hombres, no sólo consiguió vivir su pasión por el conocimiento, sino que hasta la actualidad sigue realizando aportaciones significativas”. “Es necesario seguir rompiendo barreras”, ha añadido Salas. “Es necesario que las chicas jóvenes tengan la aspiración de llegar a lo más alto. Para ello tienen que atreverse”.