Alimentación

La dieta arcoíris, qué es y por qué mejora la salud

Un estudio reveló que la combinación de alimentos de diferentes tonalidades puede prevenir el desarrollo de distintas enfermedades

Imagen de una mujer mayor frente a una frutería.
Imagen de una mujer mayor frente a una frutería.Jesús G. FeriaLa Razon

La sobreexposición que vivimos en la actualidad en la redes sociales ha hecho que estar en forma sea uno de los propósitos más recurrentes que tenemos las personas. Esta motivación para perder peso suele ser estética y no hay nada de malo en ello, sobre todo porque no solo puede reforzar nuestra autoestima y mejorar nuestro bienestar psicológico, sino que a la larga nuestra salud también se ve afectada positivamente. Aunque no basta únicamente con realizar ejercicio, éste deberá ir acompañado de una alimentación equilibrada y saludable, un ejemplo de ello es la dieta de los colores, la cual es sana y de bajo aporte calórico. Además es muy fácil de seguir, ya que no es necesario contar calorías ni pesar alimentos. Es tan sencillo como asegurarse de incluir varios colores de frutas y hortalizas en el plato cada día o a lo largo de la semana.

La dieta Delta, también conocida como arcoíris, ha sido elaborada por el neuroinmunólogo, Yan Rougier. La teoría detrás de la creación de esta dieta es que, debido a nuestra alimentación actual, rica en alimentos ultraprocesados, grasas, azúcares, sal, etc., nuestra alimentación sería demasiado ácida lo que generaría problemas en nuestro organismo. Por ello propone llevar a cabo una alimentación que equilibre la alcalinidad de los alimentos y así compensar la acidez. En teoría, gracias a esta dieta no solo conseguiríamos mejorar nuestra salud y desintoxicar nuestro organismo, sino también perder peso.

La dieta arcoíris es un modelo de alimentación que defiende el consumo de productos de colores muy variados, para así beneficiarse de los distintos nutrientes que contienen. Este régimen cumple uno de los pilares de cualquier dieta saludable, que es la variedad, y prioriza la ingesta de vegetales, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud y la FAO que apoyan campañas como “5 al día”, las cuales aconsejan el consumo de 5 raciones diarias de frutas y hortalizas frescas, preferiblemente crudas, para conservar todas sus propiedades. Tal y como afirma Mary Ann Lila, directora del Institute Plants for Human Health, de la North Carolina State University, “ahora contamos con tecnologías que nos ayudan a dar con esas sustancias específicas, los fitoquímicos, que fabrican las plantas para protegerse, sanarse a sí mismas y que son de gran ayuda en el consumo humano”.

Los fitonutrientes son pequeños compuestos químicos producidos por las plantas que nos ayudan a digerir nutrientes más grandes y que además juegan un papel clave en la eliminación de toxinas de nuestros cuerpos.

Colores que mejoran la vida

Los beneficios en la salud de una dieta rica en frutas y vegetales en nuestro cerebro y corazón están entre los hallazgos más consistentes dentro de la nutrición. Los alimentos de color azul o púrpura, como los arándanos, tienen un alto contenido de un pigmento vegetal llamado antocianina, el cual está relacionado con una disminución en el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes del tipo II.

Las flavonas, que le dan a los alimentos su color amarillo, pueden reducir el riesgo de padecer una enfermedad coronaria. Alimentos como el tomate, tienen ese color rojizo tan característico gracias al licopeno, una sustancia química natural que al ingerirla protege nuestro corazón. Tiene efecto antioxidante, mejora la presión sanguínea, regula los niveles de azúcar en la sangre y nos protege de algunos tipos de cáncer.

Algunos estudios muestran que los flavonoides pueden mejorar la salud del cerebro bloqueando neurotoxinas asociadas a la enfermedad de Alzheimer. Después de seguir la dieta de 50.000 personas por más de 20 años, Tian-shin Yeh, investigadora de epidemiología de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, encontró que aquellos que comen más alimentos ricos en flavonoides, tienen menores niveles de deterioro cognitivo y demencia.