Cáncer
Explican por qué la obesidad es capaz de desencadenar un tumor
Tener obesidad y sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar células cancerígenas
La aparición de un cáncer en el organismo se debe a la sucesión de algunos cambios genéticos que rompen las restricciones normales sobre el crecimiento celular. Y desde hace tiempo la comunidad científica sabe que la obesidad y el sobrepeso aumentan el riesgo de desarrollar un tumor, pero la pregunta del millón hasta el momento ha sido ¿por qué? Ahora, investigadores de la Universidad de Bergen han demostrado que los lípidos asociados con la obesidad hacen que las células cancerosas sean más agresivas y propensas a formar tumores reales, tal y como se demuestra en un estudio publicado hoy en la revista científica «Nature Communications».
En concreto, el grupo de investigación encabezado por el profesor Nils Halberg, ha descubierto que el entorno modificado que rodea a la célula cancerosa, de un cuerpo de peso normal a uno con sobrepeso u obesidad, empuja a la célula cancerosa a adaptarse. «Esto significa que incluso en ausencia de nuevas mutaciones genéticas, la obesidad aumenta el riesgo de que se formen tumores», confirma Halberg.
Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad es la causa de aproximadamente 500 000 nuevos casos de cáncer cada año, un número que se espera que crezca a medida que las tasas de obesidad continúan incrementándose. Por ello, «diseccionar científicamente cómo interactúan estas dos enfermedades complicadas ha sido extremadamente interesante y gratificante. Especialmente porque esta nueva comprensión permitirá a los investigadores diseñar tratamientos mejorados para pacientes con cáncer obesos», avanza Halberg.
Cáncer de mama, un ejemplo demostrado
Según advierte el artículo publicado en «Nature Communications», el cáncer de mama es el tumor diagnosticado con más frecuencia y una de las principales causas de muerte relacionada con el cáncer entre las mujeres. Los factores de riesgo para el cáncer de mama consisten en factores no modificables, como la edad, la predisposición genética y el historial reproductivo, pero también existen variables claramente modificables, como la obesidad, el consumo de alcohol y el tabaquismo. De hecho, como factor de riesgo independiente, la obesidad posmenopáusica (PM) representa hasta un 20% más de riesgo de desarrollar este tipo de tumor, y cada aumento de 5 unidades en el índice de masa corporal se asocia con un aumento del 12 % en el riesgo de cáncer de mama. Además de los efectos sobre el riesgo de cáncer de mama, los metanálisis han sugerido que el sobrepeso y la obesidad están asociados con una peor supervivencia general y una supervivencia libre de metástasis independientemente de la menopausia o el estado de los receptores hormonales.
Avances para combatir la obesidad
El papel de unas determinadas células del sistema inmunitario, las llamadas células dentríticas, es clave en el equilibrio del metabolismo y podría ser también determinante para combatir la obesidad al abrir la puerta a nuevas terapias. De hecho, científicos españoles de la Universidad Complutense de Madridy del laboratorio de Inmunobiología del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han comprobado, en una investigación en ratones, que esas células colaboran en el mantenimiento de un metabolismo adecuado y equilibran la energía que se consume y la que se almacena en el tejido graso, tal y como han publicado en la revista «Cellular and Molecular Inmunology».
Entre las conclusiones principales de la investigación destaca que mediante la administración de una inmunoterapia que fomente la generación y expansión de las células de ese subtipo se podría obtener una nueva estrategia de intervención terapéutica en obesidad. «La repercusión sociosanitaria que podría derivarse de estos estudios es potencialmente elevada, ya que la obesidad y los trastornos metabólicos asociados son una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en países industrializados y se han convertido en un gran desafío para la salud pública», ha manifestado Salvador Iborra, investigador del grupo Inmunología Linfocitaria de la Universidad Complutense.
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