Cáncer de colon

Todo sobre la colonoscopia: qué es, cuándo hay que hacérsela y cómo prepararse

En general, se recomienda que las personas mayores de 50 años se sometan a una colonoscopia cada 10 años

En la imagen, profesionales de la salud realizan una colonoscopia
En la imagen, profesionales de la salud realizan una colonoscopialarazon

Una colonoscopia es un procedimiento médico que permite observar y detectar cualquier anomalía en el interior del recto, del colon y de los últimos centímetros del intestino delgado. Este examen se realiza mediante un endoscopio, que esencialmente es una pequeña cámara conectada a un tubo flexible; que permitirá al médico observar con claridad las paredes del intestino. Con el uso del endoscopio, el médico también puede tomar pequeñas muestras de tejido, que le permitirán verificar la existencia de un cáncer colorrectal y otras afecciones; permitirá la extirpación de pólipos y otros cuerpos extraños; o también podrá detener el sangrado de insertando clips hemostáticos o administrando un medicamento sobre la zona afectada.

En general, se recomienda que las personas mayores de 50 años se sometan a una colonoscopia cada 10 años. Aunque si existiese algún factor de riesgo, el procedimiento debería ser más frecuente. Por ejemplo, si ya se ha superado un cáncer de colon o si el paciente tiene antecedentes familiares de esta afección, el plazo recomendado para someterse a una colonoscopia será de unos 5 años.

En el caso de diagnóstico de enfermedades, la colonoscopia se utiliza principalmente para la detección del cáncer colorrectal. Que es el tipo de cáncer con mayor incidencia en nuestro país, según la Sociedad Española de Oncología Médica o SEOM. Se recomienda cuando el paciente presenta cambios en la apariencia de las heces, así como algún desorden en el tránsito, como estreñimiento, diarrea crónica o evacuaciones intestinales dolorosas. De esta forma, será posible determinar cuál es el origen de estos desórdenes.

También es un procedimiento recomendado frente al dolor abdominal crónico; como herramienta de control de algunas enfermedades, como la enfermedad de Crohn; o en el caso de que sea necesaria la observación e inspección de la zona tras un procedimiento quirúrgico.

¿Cómo se hace una colonoscopia?

Para poder introducir el endoscopio causando el menor trastorno posible, el paciente se recuesta de lado y flexiona las rodillas hacia el tórax, quedando en posición fetal. Una vez el dispositivo ha sido introducido en el interior del cuerpo, se desplazará a través del intestino grueso. El endoscopio utiliza aire y agua a presión para inflar el colon, lo que le permitirá poder avanzar con facilidad y proporcionará una mejor visión de las paredes del intestino. En total, el procedimiento puede llevar entre 30 y 60 minutos.

El procedimiento es un poco incómodo, pero no es doloroso. Le administrarán un sedante al paciente vía intravenosa para ayudarlo a relajarse. Por lo que es posible que esté consciente durante el examen e incluso puede ser capaz de hablar. Pero probablemente no recordará nada.

¿Cómo prepararse para una colonoscopia?

Cuando nos preparamos para someternos a una colonoscopia, lo que buscamos es limpiar totalmente el colon; para que -de esta forma- el médico pueda desplazar el endoscopio y para que pueda apreciar cualquier anomalía con facilidad. Y para conseguir esto, hay que eliminar cualquier residuo que haya podido quedar en el recto o en el intestino:

Cambios en la dieta

El día anterior al examen no podrás ingerir ningún alimento sólido. Y en cuanto a los líquidos, debes limitarte únicamente a aquellas bebidas transparentes que no dificulten el diagnóstico. Es decir, agua, té, caldo y café solo. Evita también las bebidas de color rojo que puedan confundirse con sangre durante el procedimiento. Y si el médico llegase a eliminar algún pólipo durante el procedimiento, es posible que también recomiende seguir durante un tiempo con una dieta especial, que él mismo nos preparará.

Eliminación de residuos

Para limpiar definitivamente el colon, el médico nos pedirá que utilicemos laxantes durante la noche anterior a la prueba y, posiblemente, también por la mañana. En algunos casos, es recomendable la utilización de un enema (aunque suele ser suficiente con los laxantes).

Atención a los medicamentos

Antes de someterse a cualquier procedimiento médico, es fundamental recordar al médico cuáles son los medicamentos que se nos han recetado con anterioridad. Y eso no es una excepción en el caso de la colonoscopia. Y es especialmente importante si tienes diabetes, presión arterial alta o problemas cardiacos. Pero también si tomas algún anticoagulante, algún medicamento para el corazón o algún suplemento alimenticio que contenga hierro.

Una vez le hayamos explicado al médico la situación, será él quién evaluará si es necesario ajustar la dosis de estos fármacos o si es necesario dejar de tomarlos por un tiempo. Obviar esta precaución y someternos a cualquier procedimiento invasivo podría llegar a ser peligroso.

Después del procedimiento

Recuperarse de la sedación llevará aproximadamente una hora. Una vez pasado este tiempo, ya podremos salir del hospital. Eso sí, necesitaremos que sea otra persona la que se encargue de conducir; ya que hay algunos efectos de la sedación que podrían tardar todo un día en desaparecer y que podrían enturbiar nuestro buen juicio. Por este mismo motivo, no es aconsejable tomar ninguna decisión importante ni volver al trabajo el mismo día del examen.

Es posible que te sientas hinchado y que te veas en la necesidad de liberar los gases que hayan quedado en el interior del colon después del procedimiento. Por ese motivo, suele ser recomendable dar un pequeño paseo, que te ayudará a aliviar cualquier malestar y acelerará el proceso.

Y recuerda: si observas pequeñas cantidades de sangre en tus deposiciones, no te alarmes porque es algo bastante normal. Aunque si el problema perdurase durante algún tiempo, es importante consultar al médico y evitar así cualquier problema.