Pediatría

Las patologías reumáticas no son solo cosa de adultos

Su origen suele ser inflamatorio y no degenerativo por un mal uso de las articulaciones, a diferencia de los adultos

La artritis idiopática juvenil es el grupo de enfermedades reumáticas más frecuente en niños
La artritis idiopática juvenil es el grupo de enfermedades reumáticas más frecuente en niñosDREAMSTIMEDreamstime

Cuando uno escucha hablar de una enfermedad reumática siempre piensa en una persona mayor, ya que este tipo de patologías suelen asociarse con enfermedades degenerativas como la artrosis y porque se confunde la artritis (inflamación) con la artrosis (degenerativa). Sin embargo, las patologías reumáticas son cuadros inflamatorios, no degenerativos, del aparato musculo-esquelético, de ahí que estas enfermedades también se den durante la infancia y en la adolescencia.

El origen no está muy claro, pero resulta importante su diagnóstico precoz para evitar secuelas. Por eso, es importante estar atento a los síntomas y acudir al pediatra en caso de una inflamación articular, dolor tras reposo que mejora con el ejercicio, cansancio, dolores, rigidez generalizada al despertarse, fiebre prolongada no relacionada con procesos infecciosos y un largo etcétera. ¿El principal? El dolor articular.

Las enfermedades reumáticas más frecuentes en niños y adolescentes son las artritis crónicas, llamadas artritis idiopáticas juveniles (AIJ), «que engloba un grupo heterogéneo de artritis crónicas de la infancia», explica la doctora Clara Requena, pediatra especialista en Reumatología infantil del Hospital Quirónsalud Valencia.

Hoy no se conoce su causa exacta, pero se sabe que no es una enfermedad infecciosa ni contagiosa. No es una enfermedad que llega y se va, sino que puede haber recaídas. Afecta a aproximadamente un niño por cada 1.000 menores de 16 años, de los cuales el 60% podría continuar padeciendo AIJ en la etapa adulta.

«La segunda patología más frecuente es el grupo de enfermedades autoinmunes, que suponen entre el 15 y el 20% de los pacientes de nuestras consultas. Dentro de ellas tenemos al lupus eritematoso pediátrico; seguido de la dermatomiositis juvenil y la esclerodermia. Y el tercer grupo principal de enfermedades reumáticas más frecuentes en edad pediátrica son las vasculitis», precisa la doctora.

«El origen o la causa de este tipo de patologías –prosigue la especialista– no está muy claro. Se cree que es una conjunción de factores (predisposición genética, factores ambientales, sistema inmunológico más o menos reactivo, desencadenantes infecciosos...) los que las pueden hacer debutar».

Pero, ¿crecer muy rápido juega algún papel? La doctora explica que «en realidad no, dado que el origen de estas patologías suele ser inflamatorio y no degenerativo por un mal uso de las articulaciones, a diferencia de los adultos».

Eso sí, «mantener un estilo de vida saludable con actividad física habitual y una alimentación sana rica en frutas y verduras, y con un adecuado aporte de calcio y vitamina D, ayudará a que la masa ósea y el desarrollo de las articulaciones de nuestros niños alcance su punto óptimo. Una buena salud osteomuscular sí influirá en la evolución de estas patologías, la respuesta al tratamiento y también ayudará a disminuir el riesgo de brote y secuelas», incide la doctora Requena.

La clave, como siempre reside en conseguir un diagnóstico lo más preciso y precoz posible, ya que los avances en el tratamiento de las diferentes patologías reumáticas permiten disponer de fármacos que son capaces de controlar los procesos inflamatorios, de nutrir y fortalecer el desgaste de las articulaciones y de producir nueva masa ósea.

Diagnóstico precoz

Por eso, los padres han de estar vigilantes si ven que sus hijos tienen algún síntoma articular. «Un diagnóstico precoz no sólo disminuirá el dolor y la afectación de la vida diaria de nuestros pequeños, sino que disminuirá el daño a largo plazo de las articulaciones y diferentes tejidos del sistema osteomuscular. A mayor actividad inflamatoria y durante mayor tiempo, mayor riesgo de secuelas irreversibles: rigidez, pérdida de función, deformidades… Por tanto el factor tiempo, se convierte en una variable muy importante en el diagnóstico», concluye la pediatra especialista en Reumatología infantil del Hospital Quirónsalud Valencia.