Día Mundial

Tener asma aumenta el riesgo de desarrollar obesidad

Los asmáticos tienen un 21% más de riesgo de padecer obesidad en comparación con los que no sufren esta enfermedad respiratoria, según un estudio internacional

La obesidad y el sobrepeso en Europa alcanzan a seis de cada 10 adultos y casi el 30% de los niños
La obesidad y el sobrepeso en Europa alcanzan a seis de cada 10 adultos y casi el 30% de los niñosEUROPA PRESSEUROPA PRESS

El asma es una patología crónica que no tiene cura y de la que hoy, 3 de mayo, se conmemora su Día Mundial. Y parece que esta enfermedad respiratoria tiene una vinculación directa con otra patología cada día más prevalente: la obesidad, un problema que ya puede definirse como epidemia en nuestro continente, ya que la obesidad y el sobrepeso en Europa alcanzan a seis de cada 10 adultos y casi el 30% de los niños, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados esta mañana a través del Informe Europeo de Obesidad. En el caso de los niños menores de cinco años la presencia de sobrepeso u obesidad es del 8% y los datos preliminares, advierte la organización, apuntan a que la pandemia ha empeorado la situación para los niños y adolescentes. La situación en nuestro continente solo es superada por América en todo el mundo.

Y tener obesidad está muy relacionado con el otro problema que también hoy cobra protagonismo, el asma. De hecho, un estudio con más de 8.700 participantes de 11 países europeos y Australia ha concluido que las personas adultas con asma tienen más probabilidades de padecer obesidad en el futuro, tal y como refleja la investigación publicada en la revista científica «Thorax», liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, y con participación del CIBERESP. Este trabajo ha mostrado también que el riesgo es mayor entre pacientes con asma no alérgica, con un mayor tiempo de enfermedad o en tratamiento con corticosteroides . Estos r.

«Varios estudios han mostrado que el asma y la obesidad comparten algunos factores de riesgo socioeconómicos, conductuales y ambientales que pueden conducir al desarrollo de ambas enfermedades. Algunas investigaciones anteriores se centraban en los mecanismos por los que la obesidad podía provocar asma, pero la relación inversa no había recibido mucha atención hasta hace poco», afirma Subhabrata Moitra, que llevó a cabo esta investigación en ISGlobal y ahora es investigador en la Universidad de Alberta.

El equipo utilizó datos del estudio de cohorte European Community Respiratory Health Survey (ECRHS), recogidos en tres oleadas entre 1990 y 2014 y con visitas de seguimiento a intervalos de aproximadamente 10 años. Entre el primer y el segundo seguimiento, el 14,6% de los participantes no asmáticos desarrollaron obesidad, mientras que el porcentaje aumentó hasta el 16,9% entre participantes asmáticos. La diferencia entre los dos grupos se hizo más evidente cuando el equipo de investigación la tradujo en un riesgo relativo que tenía en cuenta el papel de otros factores, como el asma y el tabaquismo, y vio que las y los asmáticos tenían un 21% más de riesgo de padecer obesidad en comparación con los no asmáticos.

Las personas asmáticas con mayor duración de la enfermedad tenían un 32% más de riesgo de obesidad que las de menor duración y las que tenían asma no alérgica tenían un 47% más de riesgo que las que tenían asma alérgica. Los participantes que trataban la enfermedad respiratoria con corticosteroides mostraban un 99% más de riesgo de obesidad en comparación con quienes no utilizaban este tratamiento, que ya se había asociado con un aumento de peso anormal en investigaciones anteriores.

¿Por qué el asma induce la obesidad?

«Una posible explicación del aumento de peso asociado al asma podría ser la reducción de la actividad física en los pacientes asmáticos. Sin embargo, nuestros resultados no apoyan esta hipótesis, ya que los niveles de actividad física en nuestro estudio no afectaron a la asociación observada», afirma Judith García-Aymerich, responsable del Programa de Enfermedades No Transmisibles y Medio Ambiente de ISGlobal, investigadora del CIBERESP y autora principal del estudio. “Independientemente de los mecanismos, aún desconocidos, nuestros resultados tienen implicaciones para la atención clínica de los adultos con asma”, añade.

A diferencia de un estudio anterior que encontró esta asociación entre el asma y el aumento de peso sólo en las mujeres, en este caso no hubo diferencias de sexo. Otro estudio anterior había encontrado una asociación entre el asma en los niños y la obesidad después de un seguimiento de 10 años, pero este es el primer estudio conocido que muestra una asociación similar en los adultos, independientemente de su sexo.