Pediatría

Cómo aliviar el miedo de los pacientes pediátricos en el hospital

Los pequeños perciben menos dolor gracias a las gafas de realidad virtual y a unos coches eléctricos

Niño sacándose sangre con realidad virtual
Niño sacándose sangre con realidad virtualQuironSaludQuironSalud

El temor de los niños a las agujas es frecuente, sobre todo cuando empiezan a tener conciencia de que pinchan y duelen. Si no solo es porque les van a poner una vacuna, sino que, además, están en el hospital porque están malitos, este miedo aumenta y puede, a la larga, convertirse en un problema y acompañarles, en algunos casos de por vida, como una fobia.

Con el fin de reducir la ansiedad y el estrés de los pacientes pediátricos, el Hospital Quirónsalud Santa Cristina, en Albacete, ha incorporado recientemente unas gafas de realidad virtual para atender a los menores en su servicio de urgencias pediátricas.

Estos dispositivos permiten que el pequeño esté entretenido y logran mantener la atención del niño fuera del procedimiento, haciendo que resulte más fácil realizarle una extracción de sangre, ponerle suero o atenderle por una fractura, por ejemplo.

Entre los múltiples beneficios obtenidos con su empleo destacan las extracciones de muestras más rápidas y un menor uso de anestésicos en actuaciones dolorosas. Además, al no ver su estancia en urgencias como algo traumático, estas gafas logran un efecto de amnesia retrógrada en la memoria del niño, lo que favorece que cuando tengan que volver a un centro sanitario tengan si no una predisposición positiva, al menos no pavor al ver al personal de bata blanca.

Y no solo, este tipo de técnicas disminuyen el tiempo de estancia hospitalaria e incrementa la percepción de la calidad de la asistencia, ya que «la disminución del estrés del paciente ayuda a una mejor predisposición del organismo para la recuperación», explica el doctor Enrique González Cortés, especialista del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Santa Cristina.

Algo clave, ya que «los niños sufren más estrés, ansiedad y miedo que los adultos en los hospitales, lo que hace que les duela más», recuerda el doctor.

Atendiendo a las necesidades de cada menor, es el personal sanitario el que ofrece a los niños las gafas, que, además de en urgencias, «están a disposición de todos los pacientes pediátricos del centro», precisa el pediatra.

En cuanto a los juegos y vídeos, «estos se seleccionan en el teléfono móvil del acompañante del paciente», añade el doctor.

A este dispositivo, presente en otros centros sanitarios del grupo como el de Torrevieja o el de Barcelona, hay que sumar otras iniciativas que también están poniendo en marcha los hospitales, como el uso de cochecitos eléctricos destinados a ayudar a los más pequeños durante su experiencia hospitalaria.

Directos al quirófano

Normalmente los niños suelen estar nerviosos y muy intranquilos mientras esperan el pase a quirófano o a cualquier otra sala donde realizarle alguna prueba diagnóstica. Y «ofrecerles estos coches eléctricos para que jueguen y puedan distraerse –en los momentos previos– supone una gran ayuda», afirma José Luis Rodríguez Camacho, supervisor de enfermería de quirófano del Hospital Quirónsalud Huelva, que acaba de recibir la donación de tres cochecitos eléctricos por parte de un fabricante de juguetes.

Camacho recuerda que «antes de la llegada de los coches, se recibía a los niños junto con sus padres en el antequirófano con algún peluche (perrito y cochinito) para que el niño tuviera algún objeto con el que distraerse, pero claro, unas veces funcionaba y otras no... No se tenía estandarizada ninguna otra medida antiestrés».

En cuanto a si este dispositivo lo piden los interesados, es el equipo de quirófano el que ofrece a las familias disponer del coche para hacer el camino hasta el quirófano lo más tranquilo y agradable posible, y es el equipo de celadores del servicio de quirófano el que maneja los mandos para conducir a los más pequeños por el recorrido indicado y si el niño tiene edad suficiente podrá manejarlo él mismo.