Opinión

El aislamiento mató tanto como la covid

Las emociones jugaron un papel tan importante durante esta pandemia, que muchas personas murieron por esa situación, no de la covid

A medical staff member tends to a COVID-19 patient in the ICU department of the Clinica Universitaria, in Pamplona, northern Spain.
Una de las causas que provocaba que los pacientes fallecieran era el aislamientoÁlvaro BarrientosAgencia AP

Me ha parecido tan llamativa esta declaración de Kissimmee Koa, enfermera en Orlando, a propósito de cómo funcionaron durante la pandemia, que no me resisto a reproducirla textualmente: «Trabajé en covid toda la friki-pandemia, cuando las únicas que entrábamos a los cuartos de los pacientes éramos las enfermeras, más que los médicos, de manera que nos convertimos en conserjes, psicólogas, pastoras, de todo… ¿Hubo mucha muerte en covid? Sí. ¿Murieron por la covid? No todos. Trabajé en bastantes hospitales. Una de las causas que provocaba que los pacientes fallecieran era el aislamiento, porque cuando se les admitía en el hospital no se les permitía visita, pero todos seguían expuestos al móvil, viendo las noticias de que se estaban muriendo miles de personas, lo que les generaba ataques de pánico: «Me voy a morir», te decían, y empezaban a hiperventilar, su oxigenación comenzaba a bajar y terminaban en la UCI, intubados y fallecían.

Ataques de pánico y ansiedad también por no ver a sus familiares. Hasta dos años después de la pandemia no empezaron a recibir visitas. Durante el primer año no te dejaban ni ver a tus muertos. Así era aquello. Muchísimos de ellos, por tanto, no murieron de covid sino por unos ataques de ansiedad tan fuertes que empezaban a hiperventilar de tal manera que no podían respirar. Como por desgracia no había tampoco ni psicólogos ni psiquiatras, la situación no mejoraba, sino todo lo contrario. Las emociones jugaron un papel tan importante durante esta pandemia, que muchas personas murieron por esa situación, no de la covid. Y otra cosa que también mató fueron los medicamentos experimentales e inadecuados. Si les aplicábamos determinados fármacos, los pacientes caían en picado. Lo dijimos en muchas ocasiones, pero no se nos hizo caso».