Entrevista
Alfredo Corell: «Acabaremos teniendo vacunas específicas para cada persona»
El catedrático de Inmunología Alfredo Corell acaba de publicar el libro «Inmunidad en forma»
Gracias a la pasión que transmite en cada una de sus explicaciones, Alfredo Corell logró que la inmunología se convirtiera en algo sencillo, e incluso divertido, cuando la pandemia de Covid-19 copaba toda la actualidad. Catedrático de universidad y divulgador científico, acaba de presentar su primer libro titulado «Inmunidad en forma. Conoce y entrena tus defensas» (Editorial Planeta), una obra tan didáctica como necesaria.
¿La covid catapultó a la inmunología?
La pandemia la puso en un primer plano, que es donde merecía estar, y ahora es rara la persona que no sabe lo que es un anticuerpo. Sin embargo, sigue habiendo cosas pendientes, como el hecho de que no hemos conseguido que el Comité Asesor de Vacunas tenga un inmunólogo y para mí eso es una espinita clavada.
Usted es un gran divulgador y, sin embargo, esta obra es su primer libro. ¿Por qué ha dado este paso ahora?
Uno de los aprendizajes de la pandemia es que los ciudadanos están preocupados por la salud. El formato audiovisual o las redes sociales me permiten trasladar de una manera muy didáctica y pedagógica las claves de la inmunología, pero también era importante llegar a esas otras personas que quieren tener un manual para saber cómo entrenar las defensas en el día a día.
¿Nuestras defensas están ahora más desentrenadas que nunca?
Vivimos en un entorno muy esterilizado. Es la hipótesis de la higiene y buena prueba de ello es que los niños ya no tienen lombrices, y no hace tanto tiempo sí las teníamos.
La realidad es que cada vez hay más personas con enfermedades autoinmunes y alergias. ¿Es así?
Sí, es cierto. Algunas previsiones dicen que dentro de 25 años la mitad del planeta será alérgico. Influye esa falta de entrenamiento del sistema inmune, pero también que ahora tenemos mejores herramientas y se diagnostican más y mejor.
¿Qué es lo peor que le hacemos a nuestras defensas cada día?
Los genes influyen, pero la epigenética, es decir, lo que nos rodea, impacta muchísimo. Si dormimos mal, si tenemos ansiedad, si seguimos un dieta inadecuada, tomamos alcohol, no hacemos ejercicio... todo eso deteriora nuestras defensas.
Y por eso mismo solemos caer en la tentación de probar terapias, alimentos y suplementos de todo tipo que usted califica de «inmunotimos»... ¿Por qué?
Dedico un capítulo extenso a ello, y es el que más tiempo me ha llevado, porque he repasado toda la evidencia científica al respecto. No hay ningún súper alimento milagroso para las defensas, aunque sí hay algunas opciones que nos pueden servir, pero hay que saber que otras muchas no aportan nada y es como tirar el dinero.
En sus agradecimientos habla de defensas emocionales. ¿Una mala salud mental también deteriora la inmunidad?
Las emociones afectan y mucho al sistema inmune, porque el cortisol, que es la hormona del estrés, es el inmunosupresor natural más potente. Mientras él sube, las defensas bajan, y por eso cuando hay época de exámenes o de picos de trabajo aparece la diarrea, pupas en la boca, catarro... Para combatirlo hay que generar dopamina, oxitocina o serotonina a través del ejercicio, bailar o disfrutar de las relaciones sociales.
La inmunología está cambiando la forma de hacer Medicina. ¿Qué es lo que está por llegar?
La inmunología y la genética son las dos ramas que van a permitir la medicina personalizada y ya estamos teniendo los primeros ejemplos, con las CAR-T. Y en el futuro acabaremos viendo vacunas específicas para cada persona. Esto es apasionante.