Opinión
Un año para fortalecer el sistema sanitario junto a la farmacia
"La profesión farmacéutica está preparada y dispuesta a asumir un papel más protagonista"
Cerramos un año importante para la Sanidad de todo el planeta: 2023 ha sido el año en el que se ha declarado el fin de la pandemia de covid. Y con ello, el inicio de una nueva etapa para los sistemas sanitarios de todo el mundo, que deben recomponerse y fortalecerse tras el azote sufrido durante tres duros años en los que se han puesto al límite su capacidad y resiliencia, y en los que la profesión farmacéutica, desde todos sus ámbitos de trabajo, ha demostrado ser un pilar imprescindible de la Sanidad para garantizar la salud de la población y la equidad en el acceso a los medicamentos.
Pero 2023 ha sido también el año en el que hemos cruzado el Ecuador de la Agenda 2030 y enfilado contra reloj la recta final para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los grandes retos globales a los que se enfrenta el mundo, como la lucha contra la desigualdad, la equidad en el acceso a una vida saludable o la protección del medioambiente.
Las reformas que, tras el envite de la covid, deben emprender ahora los sistemas sanitarios para fortalecerse y poder afrontar los desafíos que vienen, como nuevas pandemias, resistencias a los antimicrobianos, escasez en el suministro de medicamentos o tensión por la falta de recursos humanos especializados, no son en realidad independientes de esos otros retos globales de la Agenda 2030 que hay que abordar.
El concepto de One Health se ha colado en nuestras vidas y es ya evidente que no podrá haber gente sana en un planeta enfermo. Del mismo modo, factores sociales como la desigualdad o la soledad no deseada están afectando cada vez más a la salud de las personas, exigiendo que las profesiones sanitarias demos un paso al frente para asumir el cuidado de la salud desde una perspectiva mucho más holística, que tenga en cuenta todos los factores que les rodean y reenfoquemos el cuidado de la salud hacia la prevención de la enfermedad.
La profesión farmacéutica ha iniciado ya esa senda, consciente de que la capilaridad de la red de farmacias comunitaria la sitúa en una posición idónea para actuar de radar social para detectar precozmente problemas de salud pública. En 2023, hemos recopilado en el Barómetro Social de la Farmacia casi 600 iniciativas emprendidas por los profesionales farmacéuticos, como la creación de una red de farmacias contra la violencia de género, la detección precoz de la soledad no deseada o los problemas de salud mental.
"La creciente falta de suministro de muchos fármacos es otro reto"
Este trabajo se ha completado con la puesta en marcha del programa de Escuelas Rurales de Salud: educación sanitaria por el farmacéutico desarrollado en Castilla y León y la firma, junto a tres ministerios, del Protocolo para el Programa de farmacia rural comunitaria, una iniciativa que el Ejecutivo se ha comprometido a poner en marcha en breve y que no sólo permitirá garantizar a la población rural el acceso a un establecimiento sanitario esencial como la farmacia sino que ayudará también a fijar población y empleo en las zonas rurales.
El esfuerzo de la farmacia comunitaria por llegar donde ningún otro recurso sanitario alcanza lo hemos podido ver también en 2023 con las iniciativas puestas en marcha por muchas autonomías a través de la dispensación colaborativa entre farmacia hospitalaria y comunitaria para acercar la medicación a los pacientes. Es un camino que debemos seguir trazando con más fuerza aún en 2024 en beneficio del paciente y que ayudará a mejorar la adherencia a los tratamientos.
Otro de los grandes retos globales, provocado por causas que trascienden la Sanidad, pero que afectan directamente a la salud de la población, es la creciente falta de suministro de muchos medicamentos. En 2023 la profesión farmacéutica ha hecho una importantísima labor para ayudar a paliar este problema con soluciones como Farmahelp, que facilitan al paciente la localización de los medicamentos que necesita en caso de una falta en su farmacia habitual.
En 2024 afrontaremos no solo un nuevo año con estos grandes desafíos globales sobre la mesa sino también una nueva legislatura, con asuntos pendientes como la puesta en marcha de la Agencia de Salud Pública o la urgente necesidad de fortalecer la atención primaria. La profesión farmacéutica, desde todos sus ámbitos de trabajo –la óptica, la ortopedia, la dermofarmacia, la investigación, la industria, la distribución, la alimentación, los análisis clínicos, la salud pública, la farmacia hospitalaria y, por supuesto, la farmacia comunitaria–, está preparada y dispuesta a asumir un papel más protagonista. La profesión farmacéutica puede y quiere hacer más en ese renovado sistema sanitario que debe construirse, fortaleciéndolo a través de medidas como una mayor integración de la farmacia en las estructuras de salud pública y una mayor oferta de servicios asistenciales.
No es casual que el lema del 23 Congreso Nacional Farmacéutico, que celebraremos en febrero en Valencia, sea «Fortaleciendo el sistema sanitario con el farmacéutico». Porque 2024 es el año para sentar los pilares de un renovado sistema sanitario mucho más fuerte y la profesión farmacéutica es un pilar imprescindible en esa reconstrucción.
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