Alimentación
La bebida que baja el colesterol, es antiinflamatoria y está creada por científicos
De varios sabores, están elaboradas con una bacteria procedente de la aceituna de mesa
Los probióticos son microorganismos vivos (como bacterias y levaduras) que al consumirlos proporcionan beneficios para la salud. Se encuentran naturalmente presentes en algunos alimentos fermentados, agregados a algunos productos alimenticios y disponibles como suplementos dietéticos. Su uso está muy extendido y, en forma de pastillas o cápsulas, los probióticos forman parte de la vida diaria de muchas personas que se ven obligadas a tomarlos por padecer alguna enfermedad, realizar ejercicio físico intenso o sufrir estrés.
Tras más de dos años de estudios, investigadores del Instituto de la Grasa, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la empresa Oleica y la compañía cordobesa La Salmoreteca han logrado elaborar una gama de bebidas vegetales probióticas, más fáciles de consumir.
BeWellDrinks están elaboradas con una bacteria procedente de la aceituna de mesa, el fermento con potencial probiótico Lactiplantibacillus pentosus LPG1 y están reforzadas con minerales y vitaminas, según ha informa el CSIC.
Estás nuevas bebidas están elaboradas, principalmente, con agua, frutas y vegetales y contienen componentes de alto valor biológico como antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales. Además, no han sufrido ningún tipo de proceso de fermentación, no contienen lactosa y tampoco grasas o proteína de origen animal.
Una de las grandes ventajas que tiene L. pentosus LPG1, según señalan sus creadores, es que "se trata de un fermento natural aislado del proceso de elaboración de la aceituna de mesa, por lo que su aclimatación y viabilidad en otra matriz vegetal es muy alta si se compara con otros microorganismos probióticos cuyo origen no sea vegetal".
Los investigadores destacan que entre sus principales características probióticas se encuentran la reducción de los niveles de colesterol, actividad fitasa, actividad antiinflamatoria y una adecuada modulación de la microbiota intestinal.
Para su comercialización se han creado bebidas de diferentes sabores con matrices vegetales y frutas (naranja, mango, zanahoria, manzana, frutos rojos, fruta de la pasión, pepino, apio, piña, coco, etc.) pensando en las diferentes necesidades fisiológicas de las personas. Además, se ha añadido L. pentosus LPG1, vitaminas (A, B6, C, D, E) y minerales (Zn, Mg, K).
Los investigadores han determinado la supervivencia de L. pentosus LPG1 en cada una de las bebidas vegetales y en diferentes lotes de producción. Según aseguran, al tratarse de un producto fresco no pasteurizado (ready-to-eat), también se han realizado estudios de calidad y seguridad alimentaria para mostrar la ausencia de patógenos alimentarios como Listeria monocytogenes, Staphylococcus aureus, Salmonella enterica o Escherichia coli.
El investigador del IG_CSIC Francisco Noé Arroyo López, que ha participado en el desarrollo del producto, asegura que esta nueva gama de bebidas “se podrá utilizar como fuente de microorganismos beneficiosos para consumidores que tienen un cierto grado de intolerancia a la lactosa y que no pueden consumir probióticos a través de productos lácteos, aquellos que necesiten de una dieta baja en colesterol o que, simplemente, conocen de las ventajas del consumo de frutas y vegetales. De este modo, la experiencia de ingesta de estos microorganismos y componentes saludables en las personas que lo necesiten será más placentera”.
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