Belleza

Ojo a las mascarillas de arcilla: la OCU denuncia la presencia de metales pesados

Su uso ocasional no presenta ningún riesgo

La Razón
Una mascarilla para cada tipo de piel: descubre la que mejor te vaLa Razón

Las mascarillas faciales forman parte de la rutina de belleza desde hace tiempo. Existen muchos tipos distintos dependiendo del tipo de piel y de las necesidades de cada persona.

En los últimos tiempos, las mascarillas de arcilla triunfan en el mercado de la cosmética. Entre sus propiedades destacan sus efectos calmantes, antiinflamatorias y depurativas.

Las mascarillas están elaboradas con arcillas minerales naturales que poseen la capacidad de absorber el exceso de sebo y regular brillos, eliminar impurezas, reducir puntos negros, mejorar la oxigenación y tono de la piel.

En su formulación se pueden encontrar minerales hierro, aluminio, calcio, silicio, magnesio, sodio, potasio, calcio o zinc, según de dónde se extraiga la arcilla.

Tipos de mascarillas

Las mascarillas de arcilla se comercializan de varios colores:

- Arcilla verde (illita o montmorillonita): rica en minerales, muy absorbente, ideal para piel grasa.

- Arcilla blanca (caolín): más suave y menos absorbente, indicada para pieles sensibles o secas.

- Arcilla roja: con óxidos de hierro, estimula la circulación, adecuada para pieles apagadas.

- Bentonita, de color gris o beige: arcilla volcánica con gran capacidad de absorción.

Sin embargo, no todas las mascarillas de arcilla tienen los minerales en una correcto proporción. Así, un estudio de la OCU ha detectado un metal pesado en cantidades superiores a las técnicamente evitables en la mayoría de las mascarillas analizadas por la organización de consumidores.

El análisis se ha llevado a cabo en 21 mascarillas de arcilla a la venta en supermercados, herbolarios, tiendas de cosmética natural y parafarmacias. Y la conclusión es que en 19 de las 21 se ha detectado la presencia de metales pesados, especialmente de plomo y arsénico. Aunque son minerales presentes de forma natural en la tierra, su presencia podría reducirse técnicamente a un nivel mínimo, señala la organización, razón por la que solicita a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) que se fijen unos límites claros y armonizados.

Metales pesados en mascarillas

Las pruebas, realizadas mediante espectrometría de masas, revelan la presencia de metales pesados en todas las mascarillas analizadas. Aunque en dos de ellas -Les cosmetiques mascarilla SOS (Carrefour) y Ziaja Black fase mask-, lo hicieron por debajo de los límites usados de referencia, que son los sugeridos por la AEMPS y que la Oficina Federal de Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria de Alemania considera técnicamente inevitables. Pero marcas como Caudalie y Kiko Milano rebasaron los valores para cuatro y cinco metales pesados respectivamente.

La organización explica que el uso ocasional de mascarillas de arcilla no presenta un riesgo inmediato para la salud, pero es necesario reforzar la vigilancia. Reducir el nivel de exposición a metales pesados es importante: sin ir más lejos, el plomo, presente en 13 de los 21 productos seleccionados, se ha asociado a neurotoxicidad, nefrotoxicidad y efectos en el desarrollo infantil, sin que se haya establecido un nivel mínimo seguro de exposición. Y del arsénico, el otro metal más detectado, se sabe que puede tener efectos cardiovasculares y dermatológicos negativos y es un conocido cancerígeno.

Según la OCU, la normativa europea necesita mejorar sus controles en productos cosméticos con el fin de impedir o rebajar al mínimo la presencia de metales pesados, por más inintencionada que sea. Antes esta circunstancia, pide

vigilar los productos ya presentes en el mercado y revisar los límites considerados por la industria como técnicamente inevitables.

Además, propone establecer unos niveles armonizados para impurezas que no se puedan superar y mejorar los controles para garantizar que se observan.