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Salud

La candidiasis, una infección que también sufren los hombres

Esta infección que tendrán el 75% de las mujeres durante su vida aumenta en verano. ¿Cómo evitarla?

La candidiasis es producida por el hongo Candida albicans, que causa picor y ardor DREAMSTIMELA RAZÓN

En verano, las altas temperaturas, sumadas al sudor y a la humedad, hacen que se disparen las infecciones vaginales. También se debe a que llevamos el traje de baño durante periodos de tiempo prolongados, lo que impide que la piel respire, o a que permanecemos con esta prenda mojada durante horas, lo que puede alterar la flora local y favorecer el desequilibrio, causando infecciones como la candidiasis y la vaginosis bacteriana.

Además, las dietas más ricas en azúcares, bebidas alcohólicas o los cambios en el ritmo de vida también pueden debilitar el sistema inmune o la microbiota. Especialmente en el caso de la candidiasis, también conocida como vulvovaginitis candidiásica, una enfermedad inflamatoria de la vagina y vulva que debe su nombre al hongo Cándida.

Este hongo suele vivir en nuestro cuerpo sin causar problemas. Pero cuando se rompe el equilibrio natural, puede multiplicarse en exceso y causar una infección que es muy común entre las mujeres. Y esta infección no es solo cosa de mujeres, aunque sea mucho más frecuente en ellas. «Los hombres también pueden contraer candidiasis, lo que puede provocar una afección conocida como balanitis: inflamación de la cabeza del pene», explica el doctor Guillem Cabero, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Barcelona.

Tener un sistema inmune debilitado, el uso prolongado de antibióticos o llevar una higiene íntima inadecuada o excesiva puede favorecer que este hongo crezca sin control. También es más frecuente durante el embarazo, en caso de usar anticonceptivos (los de estrógenos), tener una diabetes mal controlada, una dieta pobre o llevar ropa ajustada o sintética. Y en el caso de los hombres, no estar circuncidado.

Y el problema es que esta infección suele ser muy recurrente. Es decir, una vez que se ha tenido es más probable sufrirla de nuevo. «Puede estar presente en la microbiota normal de un 10-20% de las mujeres. Aproximadamente el 75% de ellas sufrirá candidiasis al menos una vez en su vida y cerca del 50% tendrán varios episodios», afirma el doctor Cabero.

«Muchas mujeres presentan el hongo de manera asintomática en su vagina como simples colonizadores saprófitos. Son los factores predisponentes los que facilitan la aparición del hongo patógeno y por eso es importante identificar cuáles son los factores que alteran el ecosistema vaginal para poder ofrecer un tratamiento más efectivo y duradero», incide.

De ahí que este especialista recomiende «cambiarse el bañador mojado más a menudo, dormir sin ropa interior, usar siempre algodón 100% y vigilar tanto los azúcares de la dieta como el alcohol».

Aunque la candidiasis no representa un riesgo grave para la salud sí provoca graves molestias, por eso es importante ponerse en manos de un profesional sanitario.

Estas molestias suelen ser fuertes picores en la zona vaginal, flujo blanco y espeso, dolor al orinar, hinchazón de la vulva e incluso dolor en las relaciones sexuales.

En el caso de los hombres, «produce erupciones, irritación, picores, enrojecimiento y una especie de manto blanco que puede terminar en pústulas y escamaciones. También puede causar picores al tener relaciones sexuales y escozor al orinar», precisa.

Tratamientos

En cuanto al tratamiento, este depende de si se trata un episodio puntual o si se presenta de forma recurrente. En los casos de candidiasis aguda se suelen usar cremas o supositorios antifúngicos que se aplican localmente durante unos días, o bien una pastilla oral de fluconazol que suele bastar con una sola dosis.

En los casos de candidiasis recurrente (más de cuatro veces al año), el tratamiento incluye una fase inicial para aliviar los síntomas (mismo tratamiento que candidiasis aguda), seguida de un plan de mantenimiento con medicación semanal durante varios meses para evitar recaídas. Alternativamente, se pueden usar terapias tópicas prolongadas.

Asimismo, en los últimos años, y en el caso de las mujeres, han surgido opciones más novedosas como el uso de láser CO2 vaginal, que debido a su efecto térmico (fungicida) y su impacto rejuvenecedor ayuda a mejorar las condiciones locales para mejorar la flora. «Se trata de una terapia muy novedosa y no existen todavía muchos datos al respecto, pero el efecto térmico del láser asociado al efecto regenerativo que realiza en la mucosa vaginal produce de inmediato una mejora en el ecosistema vaginal y también de la clínica de sequedad», destaca Cabero.

«Esta mejora en el grosor de la mucosa –prosigue el doctor– cambia las condiciones de pH y permite el crecimiento de la flora saprófita normal, que es la que nos protege ante los patógenos oportunistas. Está sobre todo indicado en candidiasis recurrentes en las que la atrofia de la mucosa vaginal es más importante».

¿Qué infecciones se pueden confundir?

►En el caso de las mujeres, «la vaginosis bacteriana y el liquen vulvar pueden confundirse con la candidiasis», explica Cabero. La vaginosis bacteriana sucede cuando se produce un desequilibrio en los niveles naturales de bacterias. Clínicamente se manifiesta como exceso de flujo, a menudo con un olor más fuerte y también refieren malestar vaginal. A menudo va acompañada también de crecimiento de la cándida. Por eso resulta importante la realización del cultivo». En cuanto al liquen, el doctor precisa que «se trata de una distrofia de la piel, de probable causa autoinmune, que produce una atrofia progresiva de los tejidos de la vulva por infiltrado inflamatorio crónico de la dermis. Suele cursar con prurito externo, sequedad de mucosas y molestias urinarias».