Premios ATS: Centro de I+D en química médica de alto rendimiento de Toledo

El centro de investigación que ha conseguido más de 70 patentes

Desde su creación, en 1985, el Centro de I+D en química médica de alto rendimiento de Janssen en Toledo ha contribuido con la promoción de 24 productos a fase clínica en humanos

Enrique Ruiz Escudero, José Manuel Bartolomé y Sergio Alonso
Enrique Ruiz Escudero, José Manuel Bartolomé y Sergio AlonsoLa RazónLa Razón

El Centro de Investigación Básica de Toledo es uno de los cuatro de investigación propia de Janssen Pharmaceutical Research & Development (Janssen R&D) focalizados en la búsqueda de fármacos de tipo molécula pequeña en todo el mundo. Se trata de un centro de I+D enfocado en el campo de la Química Médica, lo que quiere decir que su función principal dentro del proceso de búsqueda de nuevos fármacos, es diseñar y sintetizar nuevas moléculas que serán enviadas para su caracterización farmacológica, farmacodinámica y toxicológica a otros centros de Janssen R&D.

«La investigación está en la base de todo lo que hacemos en Janssen y nuestro Centro de Investigación Básica de Toledo, inaugurado en 1985, es un ejemplo de este esfuerzo por hacer llegar la innovación al paciente en todas sus fases», cuenta José Manuel Bartolomé, director del mismo y doctor en Ciencias Químicas.

Su trabajo se basa en la fase preclínica, con el objetivo de diseñar y sintetizar la molécula específica que combine las propiedades de actividad, selectividad, farmacocinética y ausencia de toxicidad adecuadas para su selección como candidato para su posterior investigación en fases clínicas en humanos. La característica fundamental de esta fase es que requiere del diseño y preparación de un gran número de compuestos, por lo que la función de la Química Médica es fundamental. Se estima que solo se llega a comercializar una molécula por cada 10.000 nuevas preparadas.

Hitos

Son muchos los logros obtenidos desde su fundación: «Nuestro centro ha contribuido con la promoción de 24 productos a investigación clínica en humanos de entre las más de 100.000 moléculas sintetizadas en su historia. Pero su impacto va mucho más allá. Su presencia en España ha generado también una importante huella tanto económica como académica y social. La presencia en el mundo científico del centro de Toledo es muy significativa. Así, investigaciones llevadas a cabo aquí han generado más de 70 patentes internacionales desde 2005 con inventores del centro. Además, el equipo de Toledo ha estado siempre muy activo en el campo de las publicaciones en revistas científicas especializadas, algo que contribuye a situar la investigación llevada a cabo en España en la punta de lanza de la investigación a escala mundial. Cabe destacar las más de 130 publicaciones en revistas científicas internacionales revisadas por pares, algunas de ellas del más alto índice de impacto como ''Nature'' o ''Science''. Algunas de ellas son, además, producto de la colaboración con científicos internacionales del más alto nivel, como es el caso del profesor David MacMillan, de la Universidad de Princeton, Premio Nobel de Química en 2021», enumera Bartolomé.

«Nos gusta pensar que el efecto del Centro de Toledo va más allá de lo puramente académico y científico, extendiéndose a otros campos que tienen un impacto directo en la sociedad española. Desde 2017, ha sido clave en la creación de iniciativas que tienen como objetivo la creación de un ecosistema de innovación en el área de la Biotecnología en España. Estos programas, I2D2 en 2017 y Cancer Innova en 2019, tienen como objetivo la creación de startups biotecnológicas enfocadas al desarrollo de nuevos fármacos y que aumentan el tejido empresarial y el empleo de calidad en nuestro país; reforzando el reto de la traslación de los resultados de la Investigación Académica», continúa su director.

Muy relacionada con la anterior está la función de contacto para España con la organización de Global External Innovation y, más en concreto, con el Centro de Innovación de Johnson & Johnson de Londres, que se lleva a cabo desde el Centro de Toledo.

«El objetivo de estos centros es establecer colaboraciones con grupos académicos y empresas de biotecnología que apoyen el desarrollo de fármacos. De manera más específica, estos proyectos se centran en fases de desarrollo previas a la prueba de concepto clínica, buscando complementar con puntos de partida externos el trabajo de I+D que se lleva a cabo internamente. Este rol, enfocado a la innovación abierta, supone el establecimiento de una red de contactos a escala nacional, de manera que se pueda ejercer una función de puente en los dos sentidos entre los investigadores en España y el Centro de Innovación de Londres», señala Bartolomé.

Próximos objetivos

De cara al futuro, apuestan por trabajar en aquellas áreas en las que siguen existiendo necesidades médicas no cubiertas. Por eso, además de los proyectos actualmente en marcha, están iniciando otros con investigaciones en el campo de la neurodegeneración (alzhéimer) y las enfermedades mentales (con proyectos en depresión y esquizofrenia).

«También tenemos a punto proyectos en el campo de las enfermedades infecciosas, como la tuberculosis, que siguen representando un importante reto de salud pública a nivel global. Pronto vamos a comenzar también investigaciones en el área de la Oncología para sumar nuestro granito de arena al propósito de nuestra compañía: hacer que el cáncer sea una enfermedad tratable y, algún día, también curable», concluye el director del Centro de Toledo.