Vuelta al cole

Cómo prevenir la aparición de piojos este curso

Muchas falsas creencias impiden que se lleven a cabo las medidas de precaución adecuadas

La lendrera ha de pasarse mechón a mechón y de abajo arriba, haciendo especial hincapié en la nuca
La lendrera ha de pasarse mechón a mechón y de abajo arriba, haciendo especial hincapié en la nucaDreamstimeDreamstime

Con el regreso a las clases y al curso escolar, los piojos vuelven a convertirse en un problema muy común. Tanto que, según el IX Estudio CinfaSalud «Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis», realizado en 2019 y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac), la mitad de los niños y niñas españoles de entre tres y 12 años (50,7%) padeció estos parásitos alguna vez en los tres años anteriores.

Previsiblemente, esta dinámica se podría repetir este curso. Aunque, tal y como señala el doctor Julio Maset, experto médico de Cinfa, «no tenemos por qué resignarnos a que estos parásitos invadan el cabello de nuestros hijos cada vez que vuelven a las aulas. Si tomamos algunas medidas preventivas, es posible mantenerlos a raya». El problema, continúa, es que «siguen existiendo muchas falsas creencias sobre la pediculosis que impiden que estas precauciones se lleven a cabo apropiadamente».

Por ejemplo, según el citado estudio, uno de cada cuatro progenitores con niños en edad escolar sigue creyendo que los piojos están relacionados con la falta de higiene, lo que lleva a algunos a temer que traten a sus hijos de diferente manera por padecerlos. «Este miedo al estigma y la vergüenza es uno de los principales motivos que conduce a los progenitores a no notificar al colegio que sus hijos tienen piojos, lo cual aumenta mucho el riesgo de que los niños de su clase se contagien. Sin embargo, hay que saber que estos parásitos van al pelo limpio igual o más que al sucio», recalca el experto de Cinfa.

Mejor con el pelo húmedo

Otra importante medida de prevención es insistir a los menores para que no intercambien elementos como toallas, gorros, peines, horquillas o coleteros, dado que es una de las principales vías de contagio. Además, para evitar estos parásitos es necesario recurrir a repelentes de piojos, teniendo siempre presente que son productos distintos a los pediculicidas y que deben usarse únicamente para prevenir su aparición, al igual que el pediculicida es sólo para cuando ya hay infestación y nunca como prevención.

Si el niño empieza a sentir picor en el cuero cabelludo –o si le han notificado que en su entorno ha habido ya casos–, se debe proceder a un examen exhaustivo del cabello peinando cada mechón con una lendrera –un peine de púas metálicas muy juntas y que se puede adquirir en una farmacia–, que permite arrastrar las liendres y/o piojos. Como explica Maset, «conviene hacerlo con el cabello húmedo, ya que los piojos se mueven más lentamente por él y facilita su uso, manejando la lendrera con las puntas hacia arriba. También conviene colocar un paño o toalla blanca sobre los hombros del niño para poder ver los parásitos cuando caigan». Y si se confirma que existe infestación, hay que aplicar el pediculicida mediante un ligero masaje. Después, el cabello se debe lavar, aclarar y dejar secar al aire, nunca con secador, ya que el calor puede inactivar el efecto insecticida del producto.

Decálogo para ganar la batalla

Conozca al enemigo. Para eliminar los piojos de forma eficaz, debe desterrar falsos mitos.

Ante todo, precaución. Si se notifican casos en su entorno, tome las medidas preventivas necesarias.

Aprenda a pasar la lendrera correctamente. Es una herramienta muy eficaz, pero su uso requiere paciencia y ser sistemático, pues ha de pasarse mechón a mechón y de abajo arriba.

►Si confirma que hay piojos, avise al colegio. Una advertencia a tiempo puede evitar que otros escolares se infesten y el ciclo vuelva a comenzar.

Elija el tratamiento adecuado. Si no tiene claro cuál es el más idóneo, consulte al farmacéutico.

No confíe en remedios caseros. La eficacia de sustancias como la mayonesa, el aceite de oliva, la mantequilla o la vaselina es nula.

Siga al pie de la letra las instrucciones del fabricante cuando use el pediculicida. Una vez aplicado sobre el cabello seco, pase la lendrera para retirar los piojos muertos y liendres y, después, lave la cabeza con el champú habitual.

No use secadores. Tras el aclarado, deje que el pelo se seque al aire libre.

Extreme la higiene en casa. Los peines o cepillos deben ser lavados con pediculicidas o hervidos en agua. La ropa, incluida la de cama y las toallas que haya usado la persona con piojos, se han de lavar con agua a 60ºC.

No baje la guardia. Las dos semanas siguientes al tratamiento vuelva a revisar con la lendrera.