ETS
Cómo saber si tienes el VPH, la enfermedad de transmisión sexual más común
La mayoría de las personas sexualmente activas tendrán algún tipo de VPH en algún momento de sus vidas
El Virus del Papiloma Humano o VPH es la infección de transmisión sexual más común en todo el mundo. De hecho, afecta al 20% de la población mundial entre 15 y 50 años. Es tan frecuente que se cree que casi todos los individuos sexualmente activos contraerán algún tipo de VPH a lo largo de su vida.
Aunque muchos tipos del virus son inofensivos y se resuelven por sí mismos en dos años -que es el tiempo que el sistema inmunitario tarda en atacar y eliminar la infección- algunos pueden causar incómodas y antiestéticas verrugas genitales y, en algunos casos más graves, puede derivar incluso en cáncer.
Cómo saber si tengo el VPH
Lo primero que debes saber es que el VPH puede ser asintomático, es decir, puedes estar infectado sin mostrar ningún síntoma de la enfermedad. Esto puede hacer difícil detectar la infección, especialmente porque el VPH puede transmitirse incluso cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas. En los casos en que se manifiestan síntomas, estos pueden variar dependiendo del tipo de VPH.
Como mencionábamos anteriormente, algunas personas pueden desarrollar verrugas en los genitales y el ano. Los profesionales de la salud pueden identificar fácilmente las verrugas causadas por el VPH. Y si este es el caso, existen medicamentos que se pueden aplicar sobre las mismas, como se haría con cualquier otra verruga. Y si por algún motivo estos medicamentos no funcionasen, se recurriría a otros métodos para eliminarlas, como congelarlas, quemarlas o extirparlas quirúrgicamente. O sea, que en caso del VPH de bajo riesgo, se trata de una infección antiestética e incómoda, pero no supone un peligro mayor.
Es importante tener en cuenta que los tipos de VPH que causan verrugas genitales no son los mismos que los que pueden causar cáncer. Los tipos de VPH de alto riesgo pueden provocar cambios celulares que, con el tiempo, pueden convertirse en cáncer; siendo la principal causa asociada al cáncer de cuello uterino. De hecho, prácticamente todos los casos de cáncer de cuello de útero (99%) están vinculados con la infección por VPH, según la Organización Mundial de la Salud.
En el caso de los hombres, el virus es menos prevalente. Se conocen más de 110 variantes del Virus del Papiloma Humano, pero de estos, solo 40 pueden infectar la zona anogenital del varón. A pesar de ello, un hombre puede estar infectado con VPH durante años sin saberlo, siendo portador y transmisor del virus a sus parejas sexuales, incluso siendo asintomático. En la actualidad, no existe ninguna prueba 100% eficaz para detectar el VPH en hombres, ni una prueba validada para detectar el virus en otras partes del cuerpo que no sean en el cuello uterino, incluyendo el cáncer de ano o de garganta, entre otros. Las mujeres pueden someterse a una prueba de Papanicolaou o a una prueba de VPH, durante las cuales se recolectan células del cuello uterino para examinar si hay cambios anormales que podrían ser causados por el VPH.
Contagio en recién nacidos
Aunque la fuente principal de contagio son las relaciones sexuales, existen otros medios de transmisión, como la vía vertical, en la que un recién nacido puede contagiarse de su madre infectada durante el parto. Este es el motivo por el que suele ser recomendable la realización de pruebas de detección del virus en mujeres embarazadas. No suele suponer ningún problema y no suele suponer ningún impedimento para seguir adelante con un parto vaginal, porque las posibilidades de transmitir el virus al recién nacido son muy bajas. Y en la mayoría de los casos, la infección es de bajo riesgo y sus efectos no suelen ser preocupantes.
Cómo evitar el virus
En términos de prevención, si eres sexualmente activo, es importante tomar medidas para reducir el riesgo de contraer el VPH. Esto puede incluir limitar el número de parejas sexuales y evitar relaciones sexuales con personas que han tenido muchas parejas. Además, el uso de condones, aunque no es 100% eficaz, puede ser muy efectivo en la prevención de la transmisión del VPH.
Sin embargo, la medida más eficaz en la prevención del virus es la vacuna, la cual es altamente recomendada antes de iniciar la actividad sexual. Esta se administra rutinariamente a niños alrededor de los 12 años, aunque es conveniente aplicarla hasta los 55 años. La vacuna ofrece una alta protección contra la infección y es muy eficaz en la prevención del cáncer de útero, con una efectividad cercana al 98%.
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