Cirugía vascular

«En una década nadie pasará por el quirófano para quitarse una variz»

Entrevista a Enric Roche, quien ha inventado el primer dispositivo para la preparación automática de espuma usada en la escleroterapia frente a las varices

BARCELONA 01/03/23 ENTREVISTA Al DR. ENRIC ROCHE
BARCELONA 01/03/23 ENTREVISTA Al DR. ENRIC ROCHEShootingShooting

La inflamación de la vena, conocida como variz, se convierte en un problema estético que, sin embargo, esconde tras de sí una cuestión de salud para la que la innovación tecnológica tiene cada vez más soluciones. Prueba de ello es Varixio, el primer dispositivo para la preparación automática de la espuma necesaria para el tratamiento de varices con escleroterapia, inventado por el cirujano vascular Enric Roche, consultor senior del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital General de Cataluña (Barcelona) y del Hospital Universitario Josep Trueta (Gerona).

¿Cuántas personas sufren varices en nuestro país?

Las venas dilatadas sobreelevadas de las piernas y visibles afectan a entre un 20-25% de la población. Pero si se tiene en cuenta que no solo existen varices, sino que también hay alteraciones de tipo cosmético, como las arañas vasculares que acomplejan mucho, llegamos hasta el 50%. Y estas cifras se disparan cuando hablamos de mujeres mayores de 50 años, ya que casi el 80% de ellas presentan alguna alteración cosmética relacionada con la insuficiencia venosa.

¿Es un problema de salud que va a más en las últimas décadas?

No hay estudios epidemiológicos que indiquen que haya una tendencia creciente, pero ahora sí se detecta un mayor número de casos. Hace 25 años los pacientes dejaban evolucionar su patología sin revisarse y eso ha cambiado porque hay más concienciación.

¿Qué complicaciones de salud puede provocar si no se trata?

Preocupa a nivel estético, pero, además, la insuficiencia venosa puede dar síntomas muy molestos, como dolor y pesadez de piernas, hinchazón y la aparición de edemas y retención de líquidos. Eso, llevado a la evolución de la enfermedad, puede desencadenar oscurecimiento en la piel, endurecimiento de los tejidos y hasta úlceras venosas que son heridas crónicas de difícil solución. Y no hay que olvidar que aumenta el riesgo de trombosis venosas profundas.

Por ello, lo más aconsejable es tratarlas. ¿Qué opciones hay?

En general, la insuficiencia venosa superficial debe tratarse eliminando esas venas dilatadas tortuosas que no cumplen su función de retorno venoso para que no se genere una hipertensión venosa y la sobrecarga de la extremidad. Clásicamente los tratamientos se basaban en técnicas de arrancamiento realizando cortes en la piel. Pero eso era muy agresivo y con un postoperatorio muy limitante. En los últimos 15-20 años se ha evolucionado hacia sistemas mínimamente invasivos, que se basan en la eliminación de esas venas enfermas por extracción desde su interior. Algunas de ellas se realizan en el quirófano para secarlas a base de calor o con otras sustancias.

¿Qué alternativas más modernas y menos agresivas existen?

La que más se ha desarrollado en los últimos años y con gran aceptación por parte del paciente es la escleroterapia con espuma. En concreto, consiste en la introducción en la vena enferma de una sustancia a base de un agente irritante mezclado con un gas. Esa espuma logra el mismo efecto que harían las técnicas tradicionales, porque irrita, inflama y seca la vena enferma, pero sin necesitar un quirófano y ni siquiera un hospital, ya que se puede hacer de forma ambulatoria.

¿Es apto para cualquiera?

Sí. Se puede aplicar prácticamente en cualquier tipo de variz, asumiendo que, al ser una técnica menos invasiva, es frecuente que se tengan que repetir esas sesiones, lo cual difiere de las alternativas quirúrgicas. La mayor ventaja es que resulta muy cómodo y no limita al paciente, ya que no exige una preparación ni una baja.

Ha diseñado el primer dispositivo para la preparación automática de la espuma necesaria para la escleroterapia. ¿Cómo funciona Varixio?

La preparación del producto que se inyecta al paciente se desarrolla en todo el mundo por un método manual, excepto en EE UU. Nosotros hemos diseñado un dispositivo capaz de preparar esa espuma de manera automática. Esto lo ofrecemos de una forma accesible, ya que tiene un coste bajo, y lo distribuimos en Europa, Reino Unido, Japón y Latinoamérica.

Innovación «made in Spain» que da la vuelta al mundo...

Sin duda. España es un país que ha generado muchos avances en el mundo de la flebología. Este dispositivo ha tenido una gran aceptación entre los profesionales y estamos orgullosos de que una empresa española aporte una revolución así a nivel internacional.

¿Qué ventajas aporta?

Esa estandarización implica más seguridad, porque el proceso manual puede resultar errático. Además, supone mucha versatilidad, pues se puede fabricar espuma en cualquier concentración. Este dispositivo es un cambio radical y supone la nueva generación en la práctica de la escleroterapia.

¿Y para el paciente?

Gana en accesibilidad, porque más profesionales podrán ofrecerlo. Además, es apto para tratar varices de diferentes tamaños.

¿Exige alguna formación?

No, porque es un dispositivo muy intuitivo y fácil de usar siguiendo unas sencillas instrucciones.

¿Cómo atisba el futuro del abordaje de las varices?

Me atrevo a decir que en una década veremos como nadie pasará por el quirófano para tratar sus varices. Además, se conocerán algunos elementos de tipo genético para evitar su aparición o tratarlas en una etapa muy precoz.