Estudio
El desencadenante de la fotofobia en personas que sufren de migraña
Identificada una molécula cerebral que desempeña un papel central en el desencadenamiento de la sensibilidad a la luz, un síntoma común de las migrañas
La sensibilidad a la luz es uno de los síntomas más comunes que experimentan las personas (80%) que sufren de migraña. Un equipo de científicos del Reino Unido, Australia y China ha identificado una molécula cerebral llamada NEAT1 que parece desempeñar un papel crucial en el desencadenamiento de la fotofobia.
Sus hallazgos, publicados en «The Journal of Headache and Pain», desvelan cómo esta molécula afecta la respuesta cerebral al dolor, lo que contribuye a la reacción incómoda a la luz (ya sea natural o artificial de una pantalla).
Para llegar a esta conclusión, los investigadores usaron una sustancia química especial para activar la fotosensibilidad en ratones, imitando así cómo las migrañas afectan a las personas.
Posteriormente, examinaron una región del sistema nervioso llamada ganglio trigémino, conocida por su implicación en el dolor migrañoso. Descubrieron que los niveles de NEAT1 en esta región aumentaban significativamente durante los episodios de fotosensibilidad.
“Al reducir la cantidad de NEAT1, los ratones se volvieron menos sensibles a la luz”, afirma el primer autor del estudio, Zhuoan Huang , estudiante de doctorado de la Universidad Xi’an Jiaotong-Liverpool (XJTLU) y la Universidad de Liverpool.
“Esto nos indicó que NEAT1 probablemente desempeñaba un papel directo”, añade.
El equipo descubrió que NEAT1 interactúa con otras dos moléculas importantes en el cerebro. Una de ellas es un microARN conocido como miR-196a-5p, que normalmente ayuda a controlar el gen Trpm3. Este gen produce una proteína implicada en la señalización nerviosa y el dolor.
Cuando los niveles de NEAT1 son altos, se une al miR-196a-5p, impidiéndole realizar su función. Como resultado, los niveles de este gen aumentan, la sensibilidad nerviosa se incrementa y la luz se vuelve dolorosa.
"En resumen, NEAT1 altera el equilibrio normal", afirma Huang. "Hace que los nervios sean más sensibles y más propensos a reaccionar a la luz", explica.
Los investigadores también descubrieron que bloquear la proteína NEAT1 o el gen TRPM3 reducía significativamente la sensibilidad a la luz en ratones.
"Esto respalda la idea de que esta vía es importante", explica el profesor Minyan Wang, del Departamento de Biociencias y Bioinformática de la Facultad de Ciencias de XJTLU, quien dirigió el estudio.
Nuestra investigación revela una reacción en cadena en la que NEAT1 afecta a un microARN, lo que modifica la actividad de un gen vinculado al dolor. Esto ayuda a explicar, por primera vez, cómo se desarrolla la fotosensibilidad durante las migrañas, afirman los autores del estudio.
Los hallazgos ofrecen una nueva perspectiva sobre un síntoma desconcertante de la migraña y sugieren que NEAT1 podría ser un objetivo potencial para futuros tratamientos.
Dado que el estudio se realizó únicamente en ratones machos y que las migrañas son más comunes en mujeres, se necesita más investigación para explorar su papel en hembras, en mujeres y en humanos en general.
Pese a ello, el profesor Wang tiene claro que «este podría ser el comienzo de un nuevo enfoque para el manejo de la fotofobia en personas con migrañas». «Nos permite comprender mejor qué sucede en el cerebro y dónde podemos intervenir», añade.