Entrevista
"La dieta de la mochila es muy agresiva a nivel físico, psicológico y social"
Carmen Alba, dietista-nutricionista del Hospital Ruber Internacional
¿En qué consiste la dieta de la mochila, también llamada dieta de la sonda o KE Diet?
La dieta de la mochila, del tubo, de la sonda, de comer por la nariz, enteral Planas, KE Diet, se popularizó en el año 2012, siendo muy mediática. Consiste en ingerir una mezcla de nutrientes mediante una sonda por la nariz con muy bajo aporte calórico. Estando indicada este tipo de dieta con tan bajo aporte calórico solamente para obesidades con índice de masa corporal superior a 40 o en caso de obesidades con índice de masa corporal superior a 35 que, se necesita una pérdida de peso rápida debido al alto riesgo de morbimortalidad o por necesidad de una cirugía urgente. Por lo que esta dieta hipocalórica no es adecuada para cualquier persona que quiera perder peso y aún más, por sonda nasogástrica, siendo un método milagro y de pérdida de peso intencionada, rápida e inadecuada y, por consiguiente, no indicada en guías de manejos del sobrepeso o la obesidad. Se está “vendiendo” esta dieta para pacientes que no cumplen requisitos para nutrirse mediante este método
¿Entonces lo que propone esta dieta es no probar bocado?
Así es. Consiste en aportar los nutrientes por medio de una sonda sin que el paciente coma por boca y, por consiguiente, exenta de disfrutar de los alimentos y del momento de comer.
¿Y a través de esa sonda que se coloca desde la nariz hasta el estómago se recibe todo lo que el cuerpo necesita, macronutrientes u micronutrientes?
Esto dependerá si la formula, es decir la solución que va por la sonda está correcta en cuanto a cantidades de proteínas, grasas, hidratos de carbonos, vitaminas y minerales para cada persona.
¿El “secreto” del adelgazamiento está en que no se proporcionan más de 800 calorías?
Esta dieta todavía se considera experimental y no sigue los criterios establecidos para tratar la obesidad. Tampoco cuenta con el respaldo de guías médicas oficiales, ni a nivel nacional ni internacional. Los pocos estudios que existen no aportan pruebas sólidas que avalen su eficacia o seguridad. Por eso, la Academia Española de Nutrición y Dietética, advierte que recomendarla como método para perder peso, o promocionarla con fines comerciales, es promover una solución milagrosa y sin base científica. Además, hacerlo en cualquier persona que quiere perder peso va en contra de los principios éticos que deben respetar los profesionales de la salud.
Desde luego parece una dieta muy muy agresiva ¿lo es?
Lo es y, no solo a nivel físico, sino también a nivel psicológico y social, ya que la persona estaría eliminando la ingesta oral de alimentos sólidos con lo que ello conlleva. Comer no solo es una necesidad fisiológica, también es una fuente de placer, conexión emocional y bienestar. Al tratar la comida como un enemigo o algo que debe evitarse, se puede desarrollar una relación poco saludable con la alimentación y, por consiguiente, un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimenticios. Además, este tipo de dieta está enfocada en una pérdida de peso rápida, lo que puede reforzar la necesidad de un control absoluto, deteriorando la autoestima y fomentando la insatisfacción corporal. Sin dejar atrás el aislamiento social que puede generar en una persona el hecho de usar una sonda, especialmente en contextos no médicos.
¿Es verdad que ofrece resultados en diez días?
Para poder afirmar que cualquier persona que quiere bajar de peso sometida a la dieta por sonda verá sultados en diez días es necesario que existan estudios científicos y a su vez, que dicha práctica no vaya en contra de los consensos sobre criterios terapéuticos para la obesidad. Por ahora estos dos aspectos no se dan, por lo que no puedo manifestar que esto sea cierto.
¿Y cuáles pueden ser sus efectos secundarios? Supongo que, desde cefaleas y dolores de cabeza hasta hipoglucemias, ¿no?
Esta dieta no está libre de riesgo. No solo por el bajo aporte calórico que, origina un mayor riesgo de comidas compulsivas, alteraciones en el estado de ánimo, a nivel intestinal, mayor riesgo de cálculos renales, pérdida de masa muscular; sino también por el propio uso de las sondas. Pues, pueden existir problemas físicos al colocar o extraer la sonda, de tipo infecciosos o una no tolerancia a la sonda.
Existen opciones más adecuadas, menos caras y con mensos riesgos.
¿Además de la incomodidad y de lo antinatural que es someter a nuestro cuerpo a ese tipo de alimentación puede fomentarse la deshidratación?
Existe riesgo de deshidratación cuando no se incluyen suficientes líquidos aparte de la formula o si la misma no está en la concentración adecuada. Además, dicha dieta puede ocasionar diarreas, ocasionando deshidratación en la persona.
Y luego, aunque se consiga adelgazar ¿esta dieta, como todas las relámpago, no tiene un efecto rebote?
Así es. No están exenta del famoso efecto rebote o yoyó, ya que al ser dietas con tan bajo aporte calórico, existe una pérdida de masa muscular y con ello, mayor riesgo de volver e incluso superar el peso anterior con mucha facilidad. Además, el estar días sin disfrutar de alimentos la ansiedad por la comida, especialmente por ultraprocesados se dispara y, por consiguiente, se ingiere más y de peor calidad que antes de comenzar con la fórmula.
Y encima es cara ¿no?
Por norma general toda aquella dieta que no sea llevar a cabo una alimentación saludable alejada de milagros, prisas y modas, es cara y esta no podía ser menos. Por todo ello, debemos de desconfiar de los métodos que proponen soluciones rápidas y de forma fácil. La pérdida de peso tiene que ser segura, adecuada, gradual y adaptada a cada caso. Por ellos, pónganse en manos denutricionistas graduados que somos los profesionales adecuados.