Salud
España será en 2050 uno de los países más envejecidos y estas son las consecuencias
La Fundación OAFI presenta el Libro Blanco del Envejecimiento y la Artrosis
El envejecimiento es uno de los grandes desafíos de nuestra sociedad actual, más aún cuando se enfoca desde la visión sanitaria. Consciente de los grandes retos que se plantean en los próximos años, OAFI ha presentado oficialmente el Libro Blanco del Envejecimiento y la Artrosis: Problemas, Retos y Soluciones, elaborado conjuntamente con el doctor Julio Sánchez Fierro, abogado y doctor en Ciencias de la Salud, siendo este uno de los últimos proyectos en los que llegó a trabajar antes de su fallecimiento el pasado mes de mayo.
En concreto, el Libro Blanco nace con el objetivo de dimensionar el impacto del envejecimiento demográfico en España y definir estrategias socio-sanitarias óptimas para preservar la salud de los mayores y mejorar su calidad de vida. Se calcula que España llegará al 2050 siendo uno de los países más envejecidos del mundo. Actualmente, más de 9 millones de personas tienen más de 65 años en nuestro país, 3 millones de las cuales se encuentran en la franja de los 80, registrando ya una tasa de envejecimiento del 133,5%. Asimismo, más de un tercio de los mayores de 65 sufre algún tipo de discapacidad y más de un 20% padece capacidades limitadas. Por ello, la artrosis, la osteoporosis y la sarcopenia serán enfermedades muy prevalentes que incidirán negativamente en la calidad de vida de las personas de 3ª edad, especialmente en las mujeres.
Secuelas
El dolor crónico, las comorbilidades y la polimedicación (el 75% de los ancianos atendidos en Atención Primaria consume más de 5 fármacos al día) son las características más frecuentes en los pacientes mayores. Por ello, el Libro Blanco manifiesta la necesidad de cambiar el foco de atención de la enfermedad a la persona, pudiendo ofrecer así un tratamiento seguro y eficaz adecuado a las características de cada paciente.
Este documento también reivindica la necesidad de abandonar el rol pasivo del paciente, convirtiéndolo en una persona con capacidad de autocuidado y de autogestión en su proceso, siendo de especial relevancia en este aspecto el papel de las asociaciones de pacientes como vías de representación, motivación e interlocución con las instituciones públicas.
Son necesarios, por lo tanto, programas de salud pública plenamente orientados a las personas mayores, en los que la información, unos hábitos saludables, el acompañamiento, el seguimiento y la coordinación sanitaria sean factores clave. Del mismo modo, se debe dotar al Sistema Nacional de Salud de un mayor número de profesionales relacionados con nuestros mayores (geriatras, atención primaria, enfermería…).
Otras medidas que recoge el Libro Blanco para poder hacer frente a este tsunami que supondrá el envejecimiento demográfico son el fomento de la participación de los mayores en cuestiones socioeconómicas y sanitarias, siendo parte activa de la toma de decisiones, el desarrollo de campañas de concienciación sobre el edadismo junto a pacientes y organizaciones de mayores, facilitar el acceso a la vivienda, manifestando el carácter de “hogar” de las residencias y la eliminación de barreras que dificultan el acceso a los medicamentos prescritos, mejorando el control de la polimedicación.
Estos datos son algunos de los que recoge el Libro Blanco, en el que se expone la necesidad de impulsar una Política integral de Estado atenta a los efectos del envejecimiento, que incluya previsiones y compromisos a largo/medio plazo para aumentar los recursos humanos y presupuestarios necesarios.
Tal y como declaraba el doctor Josep Vergés, coautor y presidente de OAFI y Aecosar “mediante este libro hemos expuesto la problemática del envejecimiento y qué nos espera en un futuro, junto a posibles soluciones. Queremos que se nos escuche para poder trabajar conjuntamente en su implementación y mejorar así la calidad de vida en nuestra sociedad pues todos nos haremos mayores".
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