Salud

Estos alimentos que tienes en la nevera disparan el riesgo de morir de manera prematura: "El cuerpo reacciona mal a ellos"

Un importante estudio científico revela que estos productos baratos y diseñados para "saber bien" aumentan la probabilidad de muerte por cualquier causa

Alimentos ultraprocesados tienen riesgo de muerte prematura por muchas causas
Alimentos ultraprocesadosFreepik

Cuantos más alimentos de este tipo comamos, más aumenta nuestro riesgo de morir "antes de tiempo". Sin embargo, estos productos inundan los estantes del supermercado, de las despensas y las neveras en España. Los compramos de forma habitual porque se cocinan de forma fácil y están diseñados para "saber bien" (o, más bien, para estimular a nuestro cerebro con grasas y azúcar). Para más inri, suelen ser económicos. Sin embargo, el efecto negativo que tienen sobre nuestra salud está cada vez más demostrado.

Hablamos de los alimentos "ultraprocesados", que no son tanto alimentos sino productos industriales. Ahora, un nuevo estudio científico liderado por los mismos científicos que acuñaron la palabra "ultraprocesado" acaba de demostrar que, a medida que se añaden más alimentos de este tipo a la dieta, más aumenta el riesgo de muerte prematura por cualquier causa. Es el resultado del metaanálisis de una investigación en la que participaron más de 240.000 personas.

"Analizamos el riesgo de que una persona muera por comer más alimentos ultraprocesados entre los 30 y los 69 años, un momento en el que sería prematuro morir", explica Carlos Augusto Monteiro, coautor del estudio y profesor emérito de Nutrición y Salud Pública en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de São Paulo (Brasil). "Descubrimos que por cada 10% de aumento en el total de calorías de los alimentos ultraprocesados, el riesgo de morir prematuramente aumentaba casi un 3%", asegura Monteiro.

Él mismo creó el concepto "ultraprocesado" en 2009, cuando desarrolló NOVA, un sistema de clasificación de alimentos en cuatro grupos según su nivel de procesamiento:

  • El grupo uno del sistema NOVA son los alimentos no procesados o mínimamente procesados en su estado natural, como frutas, verduras, carne, leche y huevos.
  • El grupo dos incluye ingredientes culinarios como la sal, las hierbas y los aceites.
  • El grupo tres está formado por alimentos procesados que combinan los grupos uno y dos: las conservas y las verduras congeladas son algunos ejemplos.
  • El grupo cuatro incluye los alimentos ultraprocesados.
Según la definición de Monteiro, los alimentos ultraprocesados apenas contienen alimentos enteros. En su lugar, se fabrican a partir de "ingredientes baratos manipulados químicamente". A menudo utilizan "aditivos sintéticos para hacerlos comestibles, apetecibles y que creen hábito". Podemos reconocerlos porque su composición ha sido modificada sustancialmente, lo que por lo general se traduce en grandes dosis de aditivos como sal, azúcar y grasas de escasa calidad.

Desde la bollería industrial hasta los refrescos azucarados son alimentos ultraproceados. Bajo esta etiqueta encontramos todos los productos listos para cocinar, como pizzas precocinadas, hamburguesas o barritas de pescado y surimi. También engrosan sus filas los helados y la mayoría de cereales de desayuno, así como las bolsas de patatas fritas o de maíz hinchado (palomitas, pajitas y demás). Otros ejemplos de alimentos ultraprocesados son las sopas enlatadas o deshidratadas, fideos instantáneos, margarinas, caramelos, mermeladas e incluso fórmulas infantiles, leches para niños pequeños y productos para bebés o barras de "energía".

"No existen razones para creer que los humanos puedan adaptarse completamente a estos productos", coescribió Monteiro en un editorial en la revista The BMJ. "El cuerpo puede reaccionar ante ellos como inútiles o perjudiciales, por lo que sus sistemas pueden verse perjudicados o dañados, dependiendo de su vulnerabilidad y de la cantidad de alimentos ultraprocesados consumidos".

Sólo una ración al día es importante, según los estudios

Este estudio no es el primero en encontrar una asociación entre los resultados negativos para la salud y pequeños aumentos en los alimentos ultraprocesados. Un estudio de febrero de 2024 encontró pruebas sólidas de que las personas que comían más alimentos ultraprocesados tenían un 50% más de riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares y trastornos mentales comunes.

Una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados también podría aumentar el riesgo de ansiedad hasta en un 53%, la obesidad en un 55%, los trastornos del sueño en un 41%, el desarrollo de diabetes tipo 2 en un 40% y el riesgo de depresión o muerte prematura por cualquier causa en un 20%. Hay que tener en cuenta que el equipo de investigación del estudio definió una "ingesta mayor" como una ración o un 10% más de alimentos ultraprocesados al día.

Un estudio de mayo de 2024 descubrió que añadir sólo un 10% de alimentos ultraprocesados a una dieta por lo demás saludable también puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y accidente cerebrovascular. Además, un trabajo de 2023 recogido por LA RAZÓN, determinó que incluir un 10% más de alimentos ultraprocesados estaba relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar cánceres del tracto digestivo superior.

Una estimación global de las muertes evitables

El último estudio sobre el tema, publicado el lunes en la revista American Journal of Preventive Medicine, dio un paso más al estimar cuántas muertes podrían evitarse en ocho países con un consumo bajo, medio y alto de alimentos ultraprocesados. "Las muertes prematuras evitables debidas al consumo de UPF pueden variar desde el 4% en los países con menor consumo de UPF hasta casi el 14% en los países con mayor consumo de UPF", afirma en un comunicado el autor principal del estudio, Eduardo Augusto Fernandes Nilson, investigador de la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro.

Sin embargo, es importante señalar que el estudio no pudo determinar si las muertes fueron "causadas por el consumo de UPF". Pero, aunque el estudio no puede probar que el consumo de alimentos ultraprocesados sea perjudicial, "sí aporta pruebas que relacionan su consumo con peores resultados de salud".