
Salud
Estos son los peligros para la salud de la cerveza sin alcohol
Un estudio alerta de los riesgos que tiene hacer un consumo excesivo de estas bebidas que, a priori, son más sanas que las que tienen alcohol

El consumo de cerveza y otras bebidas alcohólicas se dispara con la llegada del buen tiempo. El calor invita a salir a una terraza a disfrutar del buen tiempo y tomarse un refresco. Pero poco a poco, la cerveza sin alcohol está ganando cuota de mercado a las marcas con alcohol. Así lo demuestran los datos de los fabricantes, que indican que ya posee un 14 por ciento de la cuota de mercado y mueve cada año 229 millones de euros. Un estudio elaborado por la consultora Circana, en España se consume más cerveza sin alcohol que en toda Latinoamérica, para un total de 129 millones de litros de cerveza sin alcohol al año -cifras acumuladas de junio 2023 a mayo 2024- lo que supone un 2,7% más que un año antes. Alemania también ocupa el primer lugar en cerveza sin alcohol o baja en alcohol, con cerca del 30 por ciento (556 millones de litros), seguida por España con el 14 por ciento (253 millones)
Al igual que el resto de las cervezas, es un producto que depende mucho de la estacionalidad. el 10 por ciento del consumo se realiza entre los meses de junio a septiembre. Lo dicho al inciar la información, el consumo de cerveza (ya sea con alcohol o sin él) aumenta con el buen tiempo. Por ello, expertos en salud de España, alemania y EE UU han advertido de los riesgos que puede conllevar un consumo desmesurado de esta bebida. Si bien es cierto que las cervezas 0'0 no tienen alcohol, por lo que no dañan el hígado y también ayudan a los procesos de pérdida de peso (el alcohol es uno de los primeros productos que todos los nutricionistas retiran de los menús bajos en calorías). Sin embargo, alertan de que no es tan saludable como todo el mundo considera. Es cierto que un consumo moderado no hace daño a nadie, ni las cervezas con y sin alcohol, pero el exceso de confianza en estas bebidas pueden provocar algunos problemas de salud.
Una investigación con participación de científicos españoles recogida por el dirio británico "Mirror" ha descubierto que beber regularmente cerveza sin alcohol, especialmente variedades a base de trigo o “mixtas” -con refresco de frutas-, podría aumentar significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y problemas cardíacos. Es cierto que el estudio es pequeño y cuya muestra no es significativa, pero advierte de los posibles riesgos. Así, se estudió a 44 hombres sanos a quienes se les pidió que consumieran dos botellas de cerveza sin alcohol o agua al día durante cuatro semanas. Durante el ensayo, los investigadores realizaron análisis de sangre para evaluar los cambios en la salud metabólica de los participantes.
Los resultados, publicados en la revista "Nutrients", mostraron que quienes bebieron cerveza sin alcohol mostraron mayores niveles de insulina en sangre (un signo temprano de resistencia a la insulina), la cual está vinculada a la diabetes tipo 2. Los niveles de azúcar en sangre también aumentaron, junto con los de triglicéridos, un tipo de grasa asociada con las enfermedades cardiovasculares.
Según los investigadores, de las Uuiversidades del País Vasco, California (EE UU) y Knappschaft Kliniken (Alemania), los efectos negativos para la salud parecen estar en gran medida provocados por el exceso de azúcar y calorías en algunas cervezas sin alcohol.
«Las cervezas sin alcohol están ganando popularidad como alternativas a las bebidas alcohólicas; sin embargo, sus efectos metabólicos y sobre la salud, en comparación con la ausencia de estas bebidas, siguen siendo inciertos», concluyó el equipo de investigadores de españoles, alemanes y norteamericanos.
Cervezas sin alcohol pero con más azúcar
El problema radica en la composición de muchas de estas bebidas. Para compensar la pérdida de alcohol, los fabricantes suelen añadir azúcar y saborizantes, lo que incrementa significativamente su contenido calórico y glucémico. Por ejemplo, una botella de 330 ml de Erdinger Alkoholfrei contiene casi 12 gramos de azúcar, más de siete veces la cantidad presente en su versión con alcohol. El límite diario máximo recomendado por el ministerio de Sanidad español es de 50 gramos o el 10 por ciento de la ingesta calórica diaria. Estas cifras evidencian que, aunque no contienen alcohol, muchas de estas cervezas pueden contribuir a la obesidad, resistencia a la insulina y otros trastornos metabólicos si se consumen en exceso.
Desde el punto de vista de la salud pública, estas conclusiones generan un debate sobre la conveniencia de promover el consumo de bebidas sin alcohol sin una regulación adecuada. La organización benéfica Drinkaware recomienda a los consumidores revisar cuidadosamente las etiquetas y optar por productos con menor contenido de azúcar y aditivos. El doctor Richard Piper, director ejecutivo de Alcohol Change, explicó en "The Times" que no todas las bebidas sin alcohol son igual de malas. Muchas cervezas y vinos bajos en alcohol contienen menos azúcar que los refrescos, afirmó. Además, comentó que 2el último estudio comparó los efectos metabólicos de las cervezas bajas en alcohol o sin alcohol con el agua, pero el jugo de naranja suele contener 13.8 g y la cola unos 11 g de azúcar por 100 ml, más que muchas bebidas sin alcohol". "Si eliges con cuidado, puedes tomar una bebida baja en alcohol con 135 veces menos azúcar que el mismo volumen de jugo de fruta", añadió.
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