Nuevo estudio
Un estudio de Harvard revela que el trabajo impacta (y mucho) en la salud del corazón
El aumento de la flexibilidad en el lugar de trabajo puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular de los empleados y rejuvenecer su salud cardiaca 10 años
Dicen que el trabajo da la salud, pero también te la puede quitar. Una afirmación que, desde hace varios años, la ciencia ha venido a apoyar. A grandes rasgos, todo depende del entorno laboral. Ya hemos visto en las investigaciones publicadas que algunas profesiones cotidianas están muy relacionados con el cáncer en las mujeres, en este caso por su exposición a lejías y sustancias nocivas.
Otra rama de la ciencia se ha centrado en determinar cómo impactan los turnos partidos, y en especial los turnos de noche, a la salud en general. Ahora, un nuevo estudio liderado por la prestigiosa universidad de Harvard ha querido centrarse en cómo impacta el entorno de nuestro trabajo a la salud del corazón. ¿Qué puede hacer una empresa para mejorar la salud cardiovascular de sus empleados?
La investigación, dirigida por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y la Universidad Estatal de Pensilvania subraya la importancia de la flexibilidad en el lugar de trabajo. "El estudio ilustra cómo las condiciones de trabajo son importantes determinantes sociales de la salud", afirma Lisa Berkman, coautora principal del estudio, catedrática Thomas D. Cabot de Política Pública y Epidemiología de la Harvard Chan School y directora del Centro de Estudios sobre Población y Desarrollo de Harvard.
Su trabajo demostró que los programas de bienestar de los empleados destinados a reducir los conflictos entre el trabajo y la familia disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), sobre todo entre los trabajadores de más edad con mayor riesgo cardiometabólico inicial, según los resultados publicados en The Harvard Gazette.
Y lo mejor: los resultados no mostraron ningún impacto negativo en la productividad, lo que refuerza el argumento a favor de que las empresas instituyan estas medidas. "Se ha demostrado que reducir las condiciones estresantes del lugar de trabajo y los conflictos entre el trabajo y la familia disminuye los riesgos de enfermedad cardiovascular de los empleados de riesgo sin afectar a su productividad", subraya Berkman.
Pero, ¿en qué consistieron exactamente esos programas de para fomentar el equilibrio entre la vida laboral y familiar? A grandes rasgos, las intervenciones consistieron en formar a los supervisores para que mostraran apoyo a la vida personal del personal y mejoraran su rendimiento laboral. Pero además, las sesiones conjuntas entre superiores y empleados se centraron en idear estrategias para que los empleados tuvieran más control sobre sus horarios y tareas. Es decir, un trabajo más flexible.
Una salud cardiovascular 10 años más joven
Las implantaciones tuvieron lugar en centros de trabajo de una empresa de Tecnología de la Información y otra de cuidados de larga duración (a personas con enfermedades crónicas o discapacidad). Se llegó a una muestra de 1.528 empleados. Al principio y al cabo de 12 meses, se recogieron datos sobre la tensión arterial, el índice de masa corporal, el nivel de hemoglobina glucosilada, el hábito de fumar, el colesterol HDL y el colesterol total de los empleados.
Estos resultados proporcionaron a los investigadores la base para medir una puntuación de riesgo cardiometabólico para cada trabajador, en la que las puntuaciones más altas revelaban un mayor riesgo estimado de enfermedad cardiovascular futura. Pero se observó que las personas con un riesgo cadiometabólico inicial más alto experimentaron reducciones.
En particular, los empleados de TI y de cuidados descender sus puntuaciones, lo que equivale a una reducción de 5,5 y 10,3 años de edad menos, respectivamente. La edad fue un factor importante: los empleados de más edad (por encima de 45 años) con un riesgo alto al inicio experimentaron más reducciones en comparación con el personal más joven.
"La intervención se dirigió a la cultura del lugar de trabajo, con el objetivo de reducir el conflicto entre el trabajo y la vida personal, mejorando así la salud", afirma el coautor principal Orfeu Buxton, profesor de salud bioconductual y director del Colaboratorio de Sueño, Salud y Sociedad de Penn State. "Los resultados muestran los beneficios potenciales para la salud de los empleados y deberían aplicarse de forma más amplia".
El estudio de Harvard y Penn State también se alinea con un informe de Clinical Orthopaedics and Related Research 2022, que confirma que los acuerdos de trabajo flexible no tuvieron un impacto negativo en la satisfacción laboral o el compromiso laboral.
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