Salud

¿Existe relación entre practicar sexo oral y el cáncer de garganta?

Un estudio analiza ideas preconcebidas sobre el cáncer orofaríngeo y determina que ciertos comportamientos sexuales pueden ser un factor determinante

Hay varios remedios caseros que podemos seguir para retirar una espina de pescado que se haya quedado clavada en la garganta | Fuente: Dreamstime
Hay varios remedios caseros que podemos seguir para retirar una espina de pescado que se haya quedado clavada en la garganta | Fuente: DreamstimeDreamstimeDreamstime

Durante las últimas dos décadas, se ha dado un rápido aumento del cáncer de garganta en Occidente, llegando incluso a ser calificado como una "emergencia" por algunos expertos. Esto se debe principalmente a un incremento significativo de un tipo específico de cáncer de cuello llamado cáncer orofaríngeo, el cual afecta la zona de las amígdalas y la parte posterior de la garganta.

Entre los síntomas y signos que pueden indicar la presencia de cáncer de laringe se encuentran la tos, la pérdida de peso, el dolor de oído, la dificultad al tragar, cambios repentinos en la voz o el propio dolor de garganta. Cualquiera de estos síntomas podría considerarse leve, pero si persisten con el tiempo, es importante consultar a un especialista. Además, los factores de riesgo están relacionados con el consumo de alcohol o tabaco, infecciones virales, una dieta pobre en frutas y verduras, o la exposición a sustancias tóxicas. También se considera que el sexo oral puede desencadenar esta enfermedad.

Por qué practicar sexo oral puede provocar cáncer de garganta

Un estudio científico del Centro Médico de la Universidad de Leipzig en Alemania, ha demostrado que la relación entre el sexo oral y el desarrollo de cáncer es más estrecha de lo que penábamos. El desarrollo de cáncer de cabeza y cuello, así como el orofaríngeo está cada vez más relacionado con la infección del virus del papiloma humano (VPH), una enfermedad que se transmite a través de las relaciones sexuales.

El cáncer orofaríngeo se ha asociado a ideas preconcebidas sobre el comportamiento sexual de alto riesgo de las personas afectadas. Así pues, durante la investigación se analizaron casos de cáncer de cabeza y cuello para responder a la pregunta de si las relaciones sexuales de riesgo (el sexo oral, en particular) son un factor relevante en el desarrollo del cáncer de cabeza y cuello relacionado con el VPH.

Huelga destacar que la mayoría de las personas sufren alguno de los más de 100 tipos de VPH a lo largo de su vida, generalmente con lesiones benignas como verrugas. Sin embargo, hay algunos tipos de virus como el VPH16 pueden transformar las células infectadas para que se vuelvan neoplásicas, y convertirse en lesiones precancerosas o incluso en cáncer.

El estudio, publicado en la revista científica Cancers, entrevistó a 303 personas sanas de un estudio de cohortes, y sus respuestas se compararon con las de 317 pacientes con cáncer de cabeza. De esta manera, reveló que aquellas personas que habían iniciado su actividad sexual antes de los 18 años tienen más probabilidad de desarrollar cáncer orofaríngeo, posiblemente debido a la falta de precauciones.

"En este sentido, es muy recomendable que tanto las chicas como los chicos se vacunen precozmente y antes de la pubertad", asegura Andreas Dietz, director del Departamento de Otorrinolaringología y catedrático de la Universidad de Leipzig. Añade además que "las vacunas del VPH están aprobadas para niñas y niños a partir de los nueve años, y el coste antes de los 18 años está cubierto por todos los seguros médicos obligatorios".

"Nuestro estudio relativiza la opinión anterior de que el cáncer orofaríngeo asociado al VPH es una enfermedad que contraen las personas que tienen un comportamiento sexual de alto riesgo y un número significativamente mayor de socios sexuales, en particular, socios de sexo oral. El comportamiento sexual de nuestros pacientes con cáncer de orofaringe provocado por el VPH no se desvía del de otros pacientes con cáncer de cabeza y cuello y, especialmente, del de los controles sanos emparejados", concluye Dietz.