Polémica
Los fármacos tipo Ozempic ¿potencian o reducen los síntomas depresivos?
Existe evidencia científica que avala tanto una afirmación como la otra, y también de que no existe ninguna relación entre su consumo y la sintomatología psiquiátrica
La preocupación de los expertos en relación a los fármacos que han revolucionado el tratamiento de la diabetes y de la obesidad (los agonistas del receptor de GLP-1, con Ozempic como el más conocido) y la ideación suicida tuvo su origen en tres pacientes de los que se informó en Islandia, y en 201 informes similares recibidos por la FDA (el equivalente a la EMA en Estados Unidos).
Desde entonces, la EMA y la FDA han investigado la cuestión, que resultó en un informe en el que se descartaba un vínculo causal entre el consumo de estos fármacos y y un mayor riesgo autolítco, de autolesiones, depresión y ansiedad.
Pese a ello, una investigación hecha pública hace unos días sí encontró una relación entre el uso de fármacos GLP-1 y los pensamientos suicidas, aunque su mensaje es sutil. El trabajo, que se publicó en la prestigiosa revista JAMA, mostró una "desproporción" en el número de personas que toman estos medicamentos junto con antidepresivos o benzodiacepinas y que declararon tener ideas suicidas.
La investigación, que se realizó con datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recopilan los acontecimientos adversos relacionados con medicamentos en 140 países, es la primera prueba científica que relaciona el riesgo de depresión y suicidio con estos medicamentos.
No despejan todas las dudas
Sin embargo, ahora, dos nuevos estudios, con diseños muy distintos y publicados también en JAMA, respaldan la seguridad de estos medicamentos, pero no despejan todas las dudas sobre sus posibles efectos adversos psiquiátricos.
Uno de ellos, firmado por Thomas Wadden, de la Universidad de Pensilvania, recoge los resultados de un análisis post-hoc auspiciado por Novo Nordisk de cuatro ensayos clínicos (STEP 1, STEP 2, STEP 3 y STEP 5) con semaglutida 2,4 mg frente a placebo para obesidad. El trabajo evalúa, en más de 3.300 participantes, los cambios en los síntomas depresivos y la ideación y el comportamiento suicida mediante cuestionarios validados.
Los investigadores no hallaron diferencias clínicas significativas en cuanto al riesgo de desarrollar síntomas de depresión, ideación o comportamiento suicida entre los pacientes que recibieron semaglutida frente al placebo. De hecho, el fármaco se asoció con una reducción estadísticamente significativa, aunque sin relevancia clínica, de los síntomas depresivos.
El segundo artículo, del Instituto Karolinska (Suecia), analiza los resultados de dos cohortes a partir de registros nacionales daneses y suecos. Los investigadores compararon los resultados de 124.517 pacientes que iniciaron el tratamiento con liraglutida o semaglutida, sobre todo para el tratamiento de la diabetes, con 174.036 pacientes que comenzaron a tomar inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2 por sus siglas en inglés: Sodium Glucose Cotransporter).
Tampoco hallaron diferencias entre ambos grupos al analizar las tasas de muertes por suicidio, autolesiones no mortales o nuevos diagnósticos de depresión y ansiedad.
Vigilancia continuada
La conclusión en la que coinciden los investigadores es que la evidencia es consistente sobre que los agonistas del receptor de GLP-1 son seguros en personas con trastornos mentales preexistentes y no hay ninguna prueba de que empeoren determinados síntomas, como los de la depresión.
Aún así, su recomendación es mantener una vigilancia continuada y seguir investigando para buscar una confirmación sólida de esta seguridad.
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