Cáncer

Las nuevas pruebas que desbancarán a las colonoscopias para detectar cáncer colorrectal

En población de riesgo medio han mostrado una sensibilidad del 83% para la detección del tumor y del 90% de especificidad para la neoplasia avanzada

Imagen de cáncer colorrectal rico en ácido hialurónico.
Imagen de cáncer colorrectal rico en ácido hialurónicoMOSCAT AND DIAZ-MECO LABS.MOSCAT AND DIAZ-MECO LABS.

Desde el año pasado, investigadores y médicos de todo el mundo vienen señalando un fenómeno que podría convertirse en una amenaza a gran escala. Los casos de cáncer colorrectal están disminuyendo en las personas mayores, pero se han disparado globalmente en los menores de 50 años. La incidencia en esta franja de edad aumenta a un ritmo preocupante del 2 al 4% anual en muchos países, con incrementos aún mayores en personas menores de 30 años.

Las pautas actuales recomiendan que las personas con riesgo medio de cáncer colorrectal (sedentarios, con antecedentes familiares, con una dieta pobre en frutas y verduras, consumidores/as de alcohol y/o tabaco, entre otros factores)- comiencen a someterse a pruebas de detección periódicas a los 45 años.

En España, el cáncer colorrectal es el que más casos causa al año, y la incidencia no deja de aumentar. En 2022 se diagnosticaron 42.721 nuevos casos, lo que representa una media de uno cada doce minutos. Sin embargo, faltan datos y un registro oficial que demuestre esta tendencia de aumento de casos de cáncer colorrectal en jóvenes a nivel nacional.

Adn en heces y biopsia líquida

En este contexto, es clave la búsqueda de nuevos tipos de pruebas de cribado -no invasivas y coste-eficaces- que puedan ofrecer una fiablidad más elevada y facilitar el diagnóstico temprano de la enfermedad. El 90% de los cánceres colorrectales puede curarse cuando se llevan a cabo las pruebas de cribado y se detectan, por tanto, en fases incipientes. En esta línea se sitúan dos nuevas investigaciones clínicas multicéntricas, publicadas en el último número de The New England Journal of Medicine, que presentan los datos de dos pruebas no invasivas, una en heces y otra en sangre periférica (lo que se conoce como biopsia líquida), para la detección de cáncer colorrectal.

En el primero de los trabajos, dirigido por Thomas F. Imperiale, investigador del Centro Oncológico Integral Melvin y Bren Simon de la Universidad de Indiana y del Instituto Regenstrief, Indianápolis (TFI), de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) se analizaron más de 21.000 pacientes con riesgo medio de cáncer colorrectal -adultos asintomáticos de 40 años o más que se sometían a una colonoscopia de detección-, procedentes de 186 centros de Estados Unidos.

Los investigadores destacaron que la próxima generación de diagnóstico del cáncer colorrectal mediante el estudio del ADN podría ser capaz de detectar "hasta un 94% de los cánceres colorrectales. Esta prueba tiene el mejor rendimiento para la detección, tanto de cáncer colorrectal como de pólipos precancerosos avanzados, que cualquier prueba no invasiva de detección de cáncer colorrectal".

La prueba se comparó con el test que se usa actualmente para detectar sangre en heces (uno de los síntomas más característicos del cáncer de colon), llamada prueba de inmunoquímica fecal (PIF), y "mostró una sensibilidad superior tanto para el cáncer colorrectal como para las lesiones precancerosas avanzadas, especialmente en el subgrupo de pólipos avanzados con displasia de alto grado", destacó el principal autor del estudio, Tomas F. Imperiale.

La misma publicación recoge los resultados de otra investigación centrada en el análisis en sangre periférica para detectar ADN tumoral circulante en personas con riesgo medio de cáncer colorrectal y que no presentan síntomas. Los investigadores, del Fred Hutchinson Cancer Center, en Seatle, analizaron ADN circulante en plasma de 7.861 personas con una edad media de 60 años. Los resultados son muy esperanzadores: detectaron cáncer colorrectal con una sensibilidad del 83%, neoplasia avanzada con una especificidad del 90% y lesiones precancerosas avanzadas (incluidos pólipos adenomatosos avanzados del colon y lesiones serradas sésiles) con una sensibilidad del 13 %. La especificidad para la detección de neoplasia avanzada se correlacionó inversamente con la edad.