Nutrición

El nutricionista Ramón de Cangas responde a Boticaria García sobre el zumo de naranja: "En nutrición no se puede simplificar el mensaje"

La divulgadora aseguró hace unos días que "la OMS dice que los azúcares del zumo se comportan como los azucarillos"; algo que es falso. "No puede decirlo simplemente porque no es cierto·, explica De Cangas

El zumo de naranja es una de las pocas fuentes naturales ricas en hesperidina
El zumo de naranja es una de las pocas fuentes naturales ricas en hesperidinalarazon

Estos días, los medios han recogido unas declaraciones de la divulgadora en salud Boticaria García, quién ha hablado sobre qué y qué no considera un desayuno ideal. "Toda la vida se ha dicho que el desayuno ideal es el desayuno de los campeones y que tiene que venir bien cargado de azúcar, con chocolate, cereales y su zumo de naranja. Pero resulta que hemos sido engañados'', comenzaba la nutricionista en su intervención en el programa de televisión.

Ramón De Cangas, dietista-nutricionista, biólogo sanitario y doctor en Ciencia de los Alimentos y en Biología Funcional y Molecular responde a la divulgadora y aclara conceptos y referencias erróneas en los mensajes transmitidos.

"Obviamente, los cereales azucarados ( no así otras opciones sin azúcares libres) y el chocolate con bajo contenido en cacao ( no así un chocolate por encima del 85% de cacao) no deben formar parte habitual del desayuno porque son para un disfrute ocasional. Sin embargo en ese mismo cajón, de alimentos a dejar para ocasiones especiales, la divulgadora incluye al zumo de naranja”.

García considera al zumo de naranja como una mera fuente de azúcares libres y nada más, un argumento que justificó con una afirmación que es falsa: ''La OMS dice que los azúcares del zumo se comportan como los azucarillos porque cuando exprimes la fruta le quitas la fibra, que es lo que evita que se absorba tan rápido y haya un pico de glucosa que no suele ser nada beneficioso para el organismo. Además, hace que comamos más, porque… ¿a qué no os comeríais tres naranjas? Pero sí nos bebemos ese zumo que se extrae de esas piezas'', señaló.

"Pues bien, aunque la fruta entera es preferible y el zumo no puede suplirla, un vaso de zumo de unos 100-150 mililitros no supone ningún problema para la salud, es más, tiene efectos beneficiosos a nivel fisiológico ampliamente demostrados", explica De Cangas.

"La Organización Mundial de la Salud no dice que los azúcares del zumo se comportan como los azucarillos, no puede decirlo simplemente porque no es cierto. Un agua con azucarillo es agua con azúcares libres y ya, y un zumo de naranja no sólo contiene azúcares libres sino que vehiculiza sustancias bioactivas con efectos fisiológicos beneficiosos. La OMS sí considera que el zumo es fuente de azúcares libres al desestructurarse la matriz alimentaria frutal, pero indica que estos azúcares libres deben estar por debajo del 10% de la energía diaria”, matiza el nutricionista.

"Por tanto -prosigue el experto- un vaso de zumo no es un problema ya que no supone un exceso de azúcares libres en un patrón dietético saludable, al revés, supone un beneficio por su aporte de vitaminas y sustancias fitoquímicas, como muestran números estudios (incluyendo metaanálisis de análisis clínicos y revisiones sistemáticas). Comprender el concepto de matriz alimentaria y las interacciones de los diferentes elementos que vehiculiza un alimento de cara a su respuesta fisiológico final es fundamental".

La cantidad importa: un vaso al día

Según detalla de Cangas, uno de los problemas a la hora de valorar el zumo es que, muchas veces, se mezclan datos del continente americano con datos europeos y, en el caso del zumo, la dosis importa. "Numerosos estudios muestran que una dosis de 100 a 150 mililitros, que es la recomendada, supone una serie de beneficios fisiológicos, incluyendo reducción del daño oxidativo, reducción de la inflamación y mejoras en la microbiota, entre otros. Y, justamente (como muestra un estudio publicado recientemente en la revista Nutrition Research Reviews y dirigido por Laura Kehoe y Janette Walton), la ingesta media en Europa es un vaso de unos 150 mililitros en adultos, en adolescentes 112, en niños 108 y en bebés 86.

El consumo de zumo de fruta en la infancia no está relacionado con obesidad en la edad adulta

En total, la cantidad promedio diaria consumida en Europa, alrededor de 137 mililitros, está por debajo de la ración recomendada de 150-200 ml. Esto equivale a solo el 1-2% de la ingesta energética diaria de un niño o un adulto. Diversos estudios muestran que ofrecer zumo de fruta- como el de manzana o naranja- a los niños en edad preescolar no condujo a un aumento excesivo de peso u obesidad en la edad adulta. De hecho, las mujeres que tomaron zumo de fruta en sus años preescolares tenían más probabilidades de tener un menor porcentaje de grasa corporal a los 24 años. Además, el zumo contribuye de forma modesta (en comparación con otras fuentes) a la ingesta de azúcares libres.

Vitamina C, potasio y folato

"A estas dosis, contribuye de forma importante a la ingesta diaria de vitamina C. Las investigaciones muestran un vaso de zumo (natural o del que se vende en supermercados) aporta hasta el 90% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. "Contribuye también aportando un 4% del potasio diario, importante para la salud cardiovascular, y un 7% de la ingesta diaria de folato, especialmente beneficioso para mujeres en edad fértil y durante el embarazo. Y todo ello sin hablar de flavonoides ( el zumo de naranja destaca, por ejemplo, por su contenido en los glucósidos de las flavanonas: hesperidina y narirutina)”, añade.

Como conclusión, De Cangas destaca que "dentro de un patrón saludable y sin obviar la importancia del consumo de fruta entera, un vaso diario de zumo a diario sí promueve beneficios fisiológicos, contribuye al aporte significativo de determinados micronutrientes y no se relaciona con más riesgo de sobrepeso y obesidad o riesgo cardiovascular, metabólico, entre otros".