Salud

La obesidad dispara el riesgo de enfermedad cardiovascular

Anteriormente se pensaba que el vínculo venía por otros factores como la diabetes o la hipertensión. Ahora se sabe que la relación es directa.

 El fallecimiento de la actriz Itziar Castro hace menos de una semana conmocionó al mundo de la cultura. La causa de su repentina muerte, con tan solo 46 años, fue una parada cardiorespiratoria súbita. La más frecuente es el infarto agudo de miocardio, que pudo estar relacionado con el lipedema que padecía, una enfermedad progresiva del tejido graso que afecta casi exclusivamente a mujeres y que se caracteriza por un acúmulo de grasa patológica, que además tiene una respuesta muy limitada a las dietas y a la realización de ejercicio físico.

Entre los factores de riego más habituales del infarto de miocardio entre las personas menores de 60 años está la el tabaquismo, la hipercolesterolemia severa, la diabetes, la hipertensión y la obesidad. De hecho, estudios recientes han mostrado que las personas con obesidad viven una media de ocho años menos que la población general, y que, por cada incremento sobre el índice de masa corporal (IMC) medio, aumenta un 7%-en el caso de las mujeres- y un 5%-en el de los hombres- su riesgo de padecer insuficiencia cardiaca (IC).

Sin embargo, el vínculo entre la IC y la obesidad está infraestimado por las dificultades diagnósticas, ya que en muchas ocasiones se confunde con fatiga. "La obesidad es una enfermedad que produce enfermedad cardiaca, produce arritmias, infiltraciones en el músculo del corazón, irritación en el sistema de conducción, etc.", advirtió la coordinadora del Grupo de Trabajo de Diabetes y Obesidad de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Almudena Castro.

En este contexto, cardiólogos españoles han creado la guía 'Detección y manejo de la insuficiencia cardiaca en personas con obesidad' para mostrar cómo se puede abordar el diagnóstico y el tratamiento de la IC en personas con obesidad (PcO) para mejorar su abordaje.

"El diagnóstico de IC en personas con obesidad, especialmente en fases iniciales constituye un auténtico desafío clínico. Para el diagnóstico de IC se necesita hacer un abordaje secuencial que incluya la clínica y pruebas complementarias", señalan en el documento. Existen distintos factores por los que la sospecha de IC puede no acabar concretándose, el más común es que la intolerancia al esfuerzo o disnea es también un síntoma frecuente en la obesidad sin IC.

Para lograr un diagnóstico correcto el documento enumera cinco pasos: la evaluación clínica, la evaluación de la probabilidad de IC, el electrocardiograma, medición de biomarcadores plasmáticos y la ecocardiografía u otras técnicas de imagen.

Reconocimiento como enfermedad

Para que el abordaje y el tratamiento de la obesidad mejore, las sociedades científicas y asociaciones de pacientes han solicitado que "sea reconocida como una enfermedad con una Ley de Garantías". Así lo han reiterado en una jornada celebrada hoy con motivo del Día de la Obesidad.

Durante el encuentro, la coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Ana de Hollanda, recordó que "tratar la obesidad reduce el riesgo cardiovascular y puede evitar muertes". "Por eso, trabajamos para que las autoridades reconozcan el tratamiento de la obesidad como una enfermedad". "La obesidad se asocia a enfermedades cardiovasculares y a otras menos conocidas como el cáncer o la infertilidad. Antes se pensaba que producía la enfermedad cardiovascular a través de otros factores como la diabetes y no directamente, pero sí que puede causarlo directamente por lo que la pérdida de peso puede reducir el riesgo cardiovascular", añadió.

La especialista también recalcó que "la obesidad no es un estilo de vida", sino que las personas con obesidad "tienen una disregulación que les lleva a tener una mayor ingesta de alimentos". "Es mucho más complejo que decir que tiene obesidad porque 'no se controla'. La obesidad implica aspectos neuronales, genéticos, sociales y económicos, son muchos factores y determinantes que se implican de una forma única en cada persona".

En este aspecto coincidió el vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Cristóbal Morales, señalando que "hay muchos tipos de obesidad" y que, por ello, es necesario "dar un tratamiento personalizado". "Tu no eliges ser obeso, la obesidad te elige a ti y tenemos que darle un soporte holístico e integral. Por ello, es necesario un abordaje multidisciplinar, con expertos médicos y Atención Primaria, endocrino, cardiología, acompañado de especialistas en actividad física y deporte, nutricionistas y psicólogos. Es un gran reto pero le vamos a poner la máxima energía para darle un giro porque una de cada dos personas en España viven con sobrepeso u obesidad", destacó.

Demanda de fármacos financiados

La SEEN recordó también que los nuevos fármacos para el tratamiento de la obesidad no están financiados por el Sistema Nacional de Salud, "por lo que su uso se encuentra limitado en función de las condiciones económicas del paciente". Pero esta enfermedad afecta a todos los estratos sociales, pero sobre todo a los económicamente más vulnerables, por lo que este aspecto ejerce “un gran impacto discriminativo” frente a otras enfermedades crónicas. Por su parte, el vocal de la SEEDO, reivindicó la necesidad de sistemas a los que se pueda acceder de manera fácil para proporcionar al paciente un diagnóstico y un seguimiento por un equipo especializado.

La demora en las listas de espera “que alcanzan hasta 5 años en algunos hospitales” es otra de las dificultades a las que se enfrentan los pacientes con obesidad grave, que podrían beneficiarse de cirugía bariátrica.

Por su parte, Federico Luis Moya, director ejecutivo de la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional, incidió en la importancia de poner en marcha un Plan de Estado de Abordaje Integral de la Obesidad, “ya que se lograría la mejor de las estrategias en el abordaje multidisciplinar de esta enfermedad”.