
Opinión
Obesidad y salud sexual masculina
La obesidad tiene un fuerte impacto en la salud sexual y hormonal del hombre

La obesidad no solo afecta al corazón o al metabolismo: también tiene un fuerte impacto en la salud sexual y hormonal del hombre. En los últimos años, la ciencia ha confirmado que el exceso de peso altera la producción de testosterona y puede provocar problemas como baja libido, disfunción eréctil y una notable disminución de la calidad de vida.
La causa está en un complejo desequilibrio hormonal. En el hombre obeso, el eje que regula la producción de testosterona se ve afectado. El tejido graso, especialmente el abdominal, contiene una enzima llamada aromatasa que convierte la testosterona en estrógenos. Esto significa que cuanto más grasa se acumula, más testosterona se pierde. A esto se suma que los hombres con obesidad tienen menos SHBG, una proteína que transporta testosterona en la sangre, lo que agrava aún más la caída de sus niveles hormonales.
Además, la resistencia a la insulina –frecuente en la obesidad– reduce la SHBG y genera un ambiente inflamatorio que interfiere con la producción de testosterona. Incluso la leptina, una hormona encargada de regular el apetito, se eleva en estos pacientes y puede bloquear la señal que estimula la producción hormonal en el testículo.
Una revisión publicada en «Therapeutic Advances in Urology» en 2024 muestra que la pérdida de peso ya sea con dieta, ejercicio o cirugía, puede mejorar notablemente los niveles hormonales y la función sexual masculina.
La obesidad y el hipogonadismo crean un círculo vicioso: menos testosterona, más grasa corporal… y más deterioro hormonal. Pero romper este ciclo es posible. La salud sexual también empieza en la báscula.
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